" El cansancio desaparece con la próxima idea"

José Sánchez Montes es empresario de la cultura.  Atico 7  ha sido protagonista de muchas de las producciones artísticas de nuestro entorno. El Festival de Cines del Sur tiene su sello. Después de “Morente sueña la Alhambra” su actividad en la producción y dirección cinematográfica está siendo muy intensa.

¿A dónde va la industria cultural?

La industria cultural en estos tiempos de crisis ha desaparecido prácticamente del mapa. No hay incentivos, y los jóvenes que quieren dedicarse a este sector, que tan poco gratifica económicamente, no encuentran posibilidades financieras ni de futuro para montar una empresa. Y claro, cuando hablamos de industrias culturales estamos hablando de tejido empresarial, no de artistas individuales o colectivos.

 

¿Cómo lo ves, cine, TV o las dos cosas?

 

Yo creo que la TV se ha decantado de forma definitiva por el entretenimiento, incluso lo han hecho las televisiones públicas pese a su objetivo fundacional. El cine atraviesa momentos críticos por las dificultades derivadas de la crisis pero debe adaptarse a un nuevo modelo de trabajo y financiación. A mí personalmente me gustan los dos medios y también me disgustan muchas cosas de ambos pero, puestos a elegir, elijo el cine.

 

Eres precursor de algunos festivales…

 

No, yo no soy precursor de nada. Puede que haya servido de instrumento para que se concreten proyectos, pero no me arrogo de ninguno de ellos salvo los míos personales. Cines del Sur es un proyecto público en el que ya llevo demasiados años, ya que yo pensaba quedarme tan solo 3 ó 4 y otros festivales en cuya generación participé, ya sean de música o cine han tenido un recorrido en el que no ha sido necesario que yo permaneciera, lo que me ha permitido dedicarme a “mis cosas”

 

 

¡Existen los cines del sur!

 

Por supuesto que existen, y bien vivos que están. Otra cosa es que estemos más o menos habituados a verlos porque tienen una dificilísima distribución, pero si uno va a un país como India y entra en un cine se da cuenta de lo importante que es el cine nacional en un territorio con cientos de millones de habitantes. Y esto pasa también en muchos otros países africanos, asiáticos, latinoamericanos y árabes.

 

¿Qué recomiendas a quien empieza en este mundo?

 

Le recomiendo humildad, tesón, paciencia y que intente experimentar lo más atrevidamente que sepa y pueda. Que sea consciente de que el cine y la cultura en general (salvo especialidades muy personales) son una labor de equipo y que se rodee de los mejores en cada campo.

 

Háblanos de tus proyectos en cartera…

 

Estoy en varios. Con Sacromonte Films estamos terminando la postproducción de la próxima película de Alberto Rodríguez que se llama La Isla Mínima y un documental sobre Martirio. Con Ático Siete acabamos de concluir mi último documental sobre la manipulación que hacemos del pasado bajo el título Me Acuerdo Perfectamente y hemos iniciado un documental sobre la Vega de Granada. Y muchos más que vendrán

 

 

De Bola de Oro a Mesones…

Bueno, en realidad empezamos en el año 1984 en la Calle Ganivet. Éramos un grupo de jóvenes que querían empezar a hacer vídeoarte. Desde ese momento hasta 1.991 éramos meros aficionados y cuando nos fuimos a Bola de Oro ya acometimos proyectos mucho más serios: Sangre Verde, De Granada a la Luna, Imaginaria (para Canal 2 Andalucía) El Legado Andalusí… Posteriormente nos mudamos al Cortijo La Marquesa y desde allí produjimos los documentales más exitosos y ahora nos hemos vuelto al Centro, a los orígenes. Pero nunca sabes donde puedes acabar, lo importante es el camino

 

 

La película que falta sobre Granada…

 

No tengo ni idea, cada uno tiene la suya en la cabeza. Me ha encantado la visión de Manuel Martín Cuenca, Caníbal y otras que se han hecho. Yo también tengo la mía, pero veo difícil poder realizarla algún día

 

Y la que te gustaría hacer…

 

Me gustaría seguir haciendo documentales sobre música, y especialmente sobre determinados músicos cuya obra y cuya vida son realmente atractivos. Lo que pasa es que ya uno va pensando en que es el tiempo de nuevas generaciones y el cansancio empieza a hacer mella. Pero seguro que desaparece con la próxima idea.