"El arte es una manera de desafiar a la realidad, de conseguir lo imposible, solo hay que dar con el material y la solución adecuada"

Gloria Díaz Conesa ha estudiado Bellas Artes en la UGR. Es una artista granadina especializada en artes plásticas y escultura. Está de forma permanente en la galería de arte emergente UP TO ME. También ha  pasado por la Escuela de Artes y Oficios.

Lo de estudiar Bellas Artes ¿Fue algo premeditado?
Sì, claro, por supuesto. Es pura vocación. Estoy segura de que nací para crear, para el arte; de hecho no concibo la vida sin el arte. Creo que el ser humano necesita del arte como el aire que respira, el arte remueve conciencias y el artista es hijo de su época. Gracias a él podemos empaparnos de la esencia que sacude nuestra era, nuestro mundo.
 Por otro lado he de aclarar que, yo era y soy rebelde por naturaleza, de  adolescente odiaba estudiar y no quería saber nada de responsabilidades, pero había algo que amaba hacer y es que me encantaba pintar, dibujar, modelar…hasta que senté cabeza y me di cuenta de que necesitaba formarme y perseguir lo que amaba. A día de hoy…mis años en la facultad de Bellas Artes han sido los mejores años de mi vida. Y quiero continuar formándome.

Quisieras captar algo de libertad…
 La verdad es que casi siempre y sin querer represento la libertad. Me considero un alma libre y sin tener intención, acabo creando obra que suele trasmitir mucha libertad si nos ceñimos a proyectos personales y no a encargos para clientes. Tanto en mis pinturas como en mis esculturas predomina mucho el movimiento, lo fugaz, el instante, y qué hay más libre que todo eso, ese momento presente y efímero el cual se desvanece pasado ya un segundo. En mi obra el concepto de libertad es constante, así como el de la metamorfosis de la vida y su fluidez, todo va conectado y entrelazado, son términos que van muy ligados. Considero que cada ser es libre de vivir su propia existencia y más aún una persona que ama la vida como yo la amo, que cada momento y cada circunstancia la vivo con tal intensidad que, a veces resulta apabullante para el resto de los mortales. Me considero una persona muy intensa, quizás por eso en mi obra aparece ese concepto de libertad de vivir cada instante como si fuera el último, de apreciar la belleza en las pequeñas cosas, de poner atención en los detalles, haciendo de cada minuto un momento sublime para el alma.

¿Es rentable tu proyecto profesional?
 Sinceramente…económicamente hablando ahora mismo no, porque es muy sacrificado y siempre hay que lidiar con las escasas o nulas subvenciones  del estado, ayuntamiento o terceros que apuesten por ti; y no siempre estos agentes están dispuestos a apostar e invertir en arte, ya sea yo, Raúl (el niño de las pinturas que tiene por supuesto mayor reconocimiento, o cualquier otro artista). Pero, por otro lado, considero mi proyecto profesional muy gratificante, algo que aporta de por vida, es un proceso en el cual no importa tanto el resultado final sino el camino recorrido, lo aprendido en el proceso, que es de mucho más valor que un producto artístico acabado en sí. Sé que con algo de esfuerzo llegaré donde yo quiera, y digo algo de esfuerzo porque realmente no me cuesta ningún trabajo maquinar, inventar o crear (llámalo como quieras) es algo para lo que he nacido, algo que va en mi esencia intrínseco, algo que de algún modo me sale solo, ahora bien, ese talento hay que pulirlo como se pule un diamante en bruto. De modo que aún estoy en potencia, en proceso y sí que considero que espiritualmente y a nivel de crecimiento personal me sale rentable. La sensación que tengo cuando algo me sale bien, y es un trabajo impecable que sale del corazón y además gusta a los demás…no se paga con dinero.  Aunque también hay que comer no? jajajaja
Tres cosas que quienes empiezan no debieran hacer…
 Lo primero es no seguir a sus instintos, si no sigues a tu instinto, estas fuera, estás perdido, el arte es prácticamente instintivo, sale del interior, es casi puramente subjetivo con más o menos influencias externas pero proviene de uno. Es necesario no dejarse llevar por las críticas demasiado al principio pues uno está iniciándose y está experimentando, no quiere decir con esto que las críticas externas no se tengan en cuenta, pero ante todo no es lo más importante, si solo te dejas influenciar por la crítica al final no creas tu arte, estés creando lo que los demás quieren ver, de esa manera nunca saldrá bien, porque no es tu fruto, es el fruto de la perturbación de la opinión de los demás y eso creo, puede llegar a ser muy frustrante.
 Segundo, no estoy de acuerdo con la metodología tan academicista que siguen muchos profesores que realmente restringen la capacidad de libertad de creación y experimentación del alumnado. No es que no se le haga ningún tipo de caso, pero hay que encontrar el equilibrio entre lo académico (pues no queda más remedio ya que así está establecida la educación) y la creación y experimentación personal, es decir, intentar hacer con libertad lo que uno quiere y sacar adelante su proyecto personal teniendo en cuenta el lado académico de la educación que por desgracia no podemos olvidad. Yo me considero artista desde que nací, pero…burocráticamente hasta que no tienes tu título pagado no eres nada. Y esto ocurre con todo, a uno se le puede dar muy bien las plantas, la electricidad, la fotografía… pero parece que hoy día si no tienes la titulación no puedes decir: Soy jardinero, o soy electricista, o soy fotógrafo.
 Y por último, nunca tirar la toalla, sobre todo al principio; si sientes que has nacido para esto no abandones nunca, por muy duras que se pongan las cosas, por muchos trabajos que tengas que hacer, por muy poco tiempo libre que tengas,  mucho dinero en materiales que haya que gastar, hay que luchar por lo que uno ama, por lo que uno siente, en este caso es la vocación.  Creo que la mayoría de los artistas estamos preparados para casi todo, si se es bueno, eres capaz de crear con cualquier tipo de material, ya sea costoso o gratis, nuestra mente siempre está maquinado y buscando la solución porque siempre la hay. El arte es una manera también de desafiar a la realidad, de conseguir lo imposible, y créeme, para mí hoy día ya no hay nada imposible,(salvo resucitar a un muerto, que quizás con algo más de ingenio también se pueda, aunque moralmente no esté bien visto) solo hay que dar con el material y la solución adecuada. He tenido muchos compañeros que han abandonado y eran realmente buenos, pero quizás no lo suficientemente fuertes, es triste ver como amigos y compañeros con talento, por situaciones personales o problemas económicos o simplemente porque están cansados del lado académico abandonan su verdadero camino y acaban ganándose la vida con cualquier cosa, conformes y sin ánimo de seguir luchando por algo que al principio era pura motivación.

Dicen que no se venden obras de arte…
 Eso no es cierto, es cierto que no se venden todas las que los artistas quisiéramos porque la gente prefiere invertir en otras cosas o tiene otras necesidades y, lo puedo entender, pero a día de hoy, yo, por ejemplo estoy  trabajando como artista haciendo encargos, si bien es cierto que mi obra personal cuesta más trabajo venderla, son obras personales y les pones un precio y normalmente la gente siempre lo va a ver caro, inaccesible porque es arte y parece que las personas están ya condicionadas a que el arte es solo para unos pocos afortunados, en parte es cierto, pero por eso los artistas intentamos ser versátiles y hacer todo tipo de obra de todo tipo de tamaños para todo tipo de público, o por lo menos deberíamos. Un cuadro de 15000 euros no se lo puede permitir cualquiera, pero….uno de 400 euros? Por favor… estarían invirtiendo en arte, en una pieza única y auténtica. Me duele a veces ver como la gente se gasta 300, 400, 600 euros en vinilos o cuadros absurdos del Ikea que los puede tener cualquiera y no emplear ese dinero o quizás algo menos en una obra única, en arte de verdad. En definitiva, se vende poco pero algo se vende. Yo suelo ir a las exposiciones que tienen lugar en la galería de Ceferino Navarro en la calle San Matías y siempre pregunto precios, y demás y cuando te encuentras que un cuadro tiene una pegatina roja al lado es porque se ha vendido, y en porcentaje no está mal, a lo mejor de quince cuadros (unos más caros y otros más asequibles) se pueden vender ocho (dos caros y seis más baratos). Dentro de lo que cabe y tal y como está el panorama…no está mal. Creo que solo hay que esperar a que el ser humano despierte un poco más y sea capaz de valorar.

Pero tú lo llevas a todas partes…
 Sí, de hecho no puedo evitarlo, para mí el arte está en todo, solo hay que verlo con otro punto de vista, con el punto de vista artístico. Está en todas partes solo que hay ojos disciplinados y capacitados para detectarlos y otros que no. Yo por ejemplo puedo ver arte incluso en un chicle pegado en el asfalto, solo tienes que buscar el punto de vista adecuado para que los demás que no lo ven, lo puedan ver. Si tú coges por ejemplo una cámara de fotos o representas pictóricamente ese chicle en el asfalto de tal manera que” cuente algo”, ya le estás dando otro enfoque, un punto de vista artístico. Normalmente cuando voy por la vida viendo arte en el moho de las paredes o incluso en la suciedad de la acera, grito a mis amigos (si voy acompañada): “¡Mira parece un cuadro abstracto de “no sé quién”!” y la respuesta de éstos es: “estás como una chota”, pero luego los ayudo a verlo con esa mirada artística y lo consiguen ver, y dicen: “oye pues sí que es verdad, no se te escapa ni una”. Lo bonito del arte es verlo, contemplarlo y al que no está capacitado hacerlo ver y compartirlo. Todo puede ser arte, el manipular la arena de la playa, el componer con piedras u hojas o restos naturales, el fotografiar  o plasmar de alguna manera “algo” que para un artista es curioso. Solo hay que saber cómo hacerlo para transmitirlo. Cualquier material u objeto es un sinfín de posibilidades.

El encargo más complicado…
 No es complicado, quizás sí que existen condiciones adversas o una capacidad de concentración absoluta para la que hay que estar preparado. Por ejemplo, los retratos realistas pueden ser complicados de alguna manera porque requiere de mucha concentración y es un trabajo muy milimétrico y minucioso que requiere tranquilidad y absoluta concentración, puedes acabar muy saturado en tan solo dos horas y tienes que parar para continuar al rato o al día siguiente. Por otro lado, ayer acabé un encargo que era aparentemente muy simple, tenía que dibujar un logotipo y unas letras determinadas en una fachada de un local, y claro, no es difícil si no tienes en cuenta que estas en lo alto de unas escaleras que se tambalean en una acera inclinada a 50 grados de temperatura con un pulso que no sabe una de dónde lo saca mientras alguna que otra mosca se te posa y una rezando para no caerse o hacer una línea indebida mientras la señora que pasea a su perro te está contando su vida. De modo que todo depende un poco del contexto en donde se trabaje y las eventualidades que puedan ocurrir alrededor y durante el trabajo.  Trabajar en casa es muy cómodo aunque sea un trabajo minucioso porque está una en su terreno y lo tienes todo a mano, mientras que en la calle o en casa ajena dependes más de lo que haya, a veces el local pues no tiene agua y tienes que llevarte garrafas para enjuagar los pinceles o refrescarte si es verano. Y en las casas ajenas por ejemplo tienes que tener mucho cuidado de no manchar cualquier cosa que no sea la pared si no te dan permiso (que normalmente a nadie le gusta que caigan gotas de pintura en los muebles o las lámparas…). En definitiva, me las suelo apañar como sea de la manera que sea para solucionarlo todo, es por eso que pienso que trabajar como artista es como un tipo de supervivencia y que solemos estar preparados para casi todo, y mejor aún si deja una la vergüenza en su casa que no la educación.

¿Con quién compartirías tu taller?
 A parte de con mi madre porque no queda más remedio y dentro de lo que cabe existe una convivencia bastante buena y ella también tiene su talento, aunque no depurado pues ella hizo derecho por obligación y no Bellas Artes que era su verdadera vocación…pienso que el taller de un artista es un espacio muy personal donde una lo tiene todo ordenado dentro del caos que aparentemente se ve, si alguien entra y te mueve algo de sitio o según su criterio ordena…te trastoca tu orden dentro del caos y eso puede ser fatal para un momento de brote de inspiración. Los artistas solemos funcionar muchas veces por impulsos, uno no siempre está inspirado, pero la inspiración puede llegar en cualquier momento, un día viene a una hora prudente como las 12 del medio día y todo es maravilloso porque hay buena luz y el resto de condiciones son óptimas, o puede llegar de repente a las 5 de la madrugada porque te has desvelado y te ha dado un brote creativo, como yo lo llamo, que es lo que se conoce como la inspiración, entonces como compartas piso o casa con otras personas ya es más complicado que exista un nivel de comprensión: haces ruido, enciendes luces, andas de acá para allá hasta que consigues resolver lo que en tu mente se cuece y es que parece que hasta que no lo haces no estás tranquilo y no puedes dormir, a mí por lo menos me pasa, y pobre mi madre si la pillo en plena fase rem del sueño, porque la despierto y se cabrea y ya la tenemos montada, pero luego asertivamente lo comprende. El artista necesita de su soledad para crear, para meditar, recapacitar y llevar a cabo lo que tenga que llevar a cabo en el momento que sea porque con los artistas nunca se sabe. Vivir solo es un gustazo, pero quizás compartir casa, piso o taller con alguien que te comprenda que te complemente y que dentro de los más y los menos haya una capacidad de comunicación y de comprensión, al igual que de tolerancia. Tengo algún que otro amigo que es para mí un gran artista y reside en Mallorca, tenemos proyectos conjuntos en mente y seguramente con él sí que podría compartir taller, lo conozco bien, y nos complementamos muy bien, es un genio y yo una mente inquieta, nos retroalimentamos y tenemos parecidas costumbres, quizás con él no me importaría compartir taller eternamente. Todo hay que probarlo y conocerlo para saber con qué sí y con qué no te quedas, convives o toleras.

Un consejo para los que pasan por la Facultad…
 Vivir cada día como una aventura. En Bellas Artes, al que le gusta, se siente como pez en el agua, dejarse empapar por todo lo que pasa a tu alrededor, aprender de los compañeros, estar abierto a todas las posibilidades, eso ayuda a abrir la mente, y no hay nada más bello que cuando tienes todas las posibilidades y herramientas para poder llevar a cabo lo que quieras. Para mí, cada día de los cuatro años de carrera en la facultad era una aventura, solo hay que saber apreciarlo, estar atento y observarlo todo, es fantástico.

Una creación para el futuro…
 Poder llegar a todo tipo de público, que mi arte fuera completamente universal. Que todos y cada uno de los seres de este planeta pudieran disfrutarlo, desde el mayor multimillonario hasta el indígena perdido en el Amazonas. Crear para los que no pueden pagar. Pienso que el arte es tan bello que todo el mundo tiene derecho a deleitarse.