"El futuro es bueno. Pero que nadie piense que montar un negocio orgánico es coser y cantar..."
Ángeles Parra, directora de la feria BioCultura Sevilla, donde participarán más de 250 empresas; es presidenta de la Asociación Vida Sana. Pertenece al Consejo municipal de medio ambiente del ayuntamiento de Barcelona. Miembro de diversas organizaciones, ha escrito diferentes informes y artículos en numerosos medios en España, Europa y Latinoamérica.
BioCultura, la Feria de Productos Ecológicos y Consumo Responsable, es un encuentro de carácter internacional que se sitúa entre los dos más importantes de estas características que tienen lugar en Europa.
La feria se celebra anualmente en Barcelona, Sevilla y Madrid y cada dos años en Valencia y Bilbao. La larga trayectoria del evento, que lleva más de 30 ediciones en Madrid, pone de manifiesto el éxito del movimiento de la cultura biológica.
-Un evento donde se vive una experiencia sostenible de comienzo a fin…
-Exactamente. Todo en BioCultura es sostenible. De cabo a rabo. No podía ser de otra manera. Todo es ecológico y certificado. Y la mayoría de productos son de empresas pequeñas y del área nacional. Protegemos la eco-nomía local. No hay sostenibilidad sin relocalización eco-nómica. Y la eco-nomía del futuro será ecológica o no será.
-Mucho tiempo en este empeño, pero tú también serás conversa…
-Nosotros no estamos en esto para ganar dinero, para figurar, por esnobismo o por lo que sea. Nosotros somos ecoactivistas y entendemos que no hay mejor manera de contribuir a una sociedad más justa que luchar por los derechos medioambientales y sociales. Ambos están íntimamente relacionados. Prácticamente, se puede decir que yo ya nací con este convencimiento. Pues estoy en esto casi desde niña. Empecé de forma muy precoz.
-¿Cuáles son los retos de las jornadas profesionales?
-El sector “bio” no sólo necesita ecoactivismo, pasión e ilusión. También necesita buenos profesionales, en los diversos ámbitos y subsectores, que sepan hacer llegar los alimentos ecológicos al mayor número posible de hogares. Se necesita, asimismo, que estos profesionales sean capaces de convertir estos negocios en negocios rentables, factibles, seguros. Sin ecoactivismo, esto no sirve para nada. Y, sin profesionalidad, el ecoactivismo es papel mojado.
-Consejos a los emprendedores y emprendedoras que se lancen a un nuevo negocio ‘bio’…
-Que se informen, que se informen mucho. Que estudien, que estudien mucho. Que se metan en este mundo, hasta los tuétanos. Que le dediquen mucho esfuerzo, pasión, ilusión. Y que también pongan su talento y su inteligencia al servicio del sector ecológico. El futuro es bueno. Todas las estadísticas son certeras. Pero que nadie piense que montar un negocio orgánico es coser y cantar. Hay que ponerle esfuerzo, horas, trabajo, talento, innovación, creatividad. Que nadie lo olvide. Y juega un papel muy importante la información de que se dispone.
-Dices que en sus orígenes, BioCultura fue un parto múltiple, porque participó mucha gente.
-Sí. La idea partió de un encuentro con Don Tierno Galván, “El Profesor”, entonces alcalde de Madrid. Él fue el embrión. A partir de ahí, muchos miembros de la AS. Vida Sana nos pusimos a trabajar para que BioCultura fuera una realidad. Todos éramos voluntarios y nos unía la voluntad de trabajar por la alimentación ecológica y la descontaminación de los alimentos.
-Háblanos de Don Enrique Tierno Galván, “El Profesor”, entonces alcalde de Madrid.
-La idea que tengo de él es que era un hombre bueno, pausado, tranquilo. Nada que ver con los políticos actuales. Estaba hecho de otras mimbres. A su manera, él era también un convencido de la ecología y, con la idea que tuvo, fue un visionario. Ojala todos los políticos, gobernantes y alcaldes fueran como él. No era un hombre cualquiera. Era un hombre de sabiduría… que creía en los jóvenes… Ya quedan muy pocos.
-¿Qué sectores habéis sido capaces de aglutinar?
-Muchos. La alimentación ecológica, salud natural, cosmética e higiene eco certificada, bioconstrucción, moda sostenible, artesanías, etc. Todo un mundo está en transición hacia la verdadera eco-nomía no petrodependiente. El cambio de paradigma es absoluto y mucho más justo y equitativo en la redistribución de la riqueza. También plantea un freno a la idea de que los recursos son infinitos y de que hay que seguir creciendo a toda costa.
-¿Cómo es la alimentación democrática?
-Ecológica, local, lo más vegetal posible, lo más artesana posible, hecha en el territorio por hombres y mujeres en un ambiente amable y acogedor, casera, doméstica. Y, por encima de todo, tiene que estar hecha con amor, con cariño. El plato más ecológico, local, vegetal y artesano, hecho con malas maneras, es indigesto, de verdad.
-¿Qué papel pueden jugar las universidades?
-La docencia es importantísima. La universidad tiene que volver a sus orígenes y a apostar por la sabiduría y no tanto por el negocio. ¿Qué le conviene a la Tierra? No siempre es lo que le conviene a las grandes empresas, que, en este momento, son las que dominan, en buena manera, los planes de estudios, la investigación, etc. Necesitamos poner el conocimiento al servicio de la Humanidad, de la Belleza, de la Esperanza y de la Paz. Y no al servicio de las cuentas de resultados de transnacionales, bancos, ejércitos y empresas de armamento…
-¡Anima a las personas que acaban la carreras a que se dediquen a esto!
-El mundo está lleno de personas con abultadas cuentas bancarias, que se dedican a trabajos horribles, que son eternamente infelices. Y el mundo está lleno de personas que se dedican a lo que aman, que tiene que ver con la regeneración del planeta y de la sociedad, que son una misma cosa, y que saben afrontar con valentía y serenidad los reveses de la vida, a pesar de no tener pingues beneficios. Pensar sólo en el dinero, a estas alturas, es hortera y de mal gusto. El mundo necesita gente apasionada e inteligente trabajando en pos de la regeneración de Gaia. Hay que pensar en los derechos de las generaciones venideras. Tienen derecho a recibir un planeta en el que se pueda vivir confortablemente.
-Un par de ideas para la Vega de Granada…
-Ecología profunda, que lo resume todo: alimentación biológica, relocalización eco-nómica, cultura, belleza, bioconstrucción, raíces, ecoemprendeduría, cooperativas de consumo, etc.…. ¡En la vega de Granada esto es posible!
Tres proyectos que apuesten por la producción ecológica y el consumo responsable…
En la feria van a participar unas 250 empresas procedentes de toda España. Pero habrá una gran presencia andaluza:
Tres ejemplos:
1. La Quesería El Cabrero de Bolonia es una empresa familiar que cuenta con 200 cabras payoya que pastorean en el Parque Natural del Estrecho (Cádiz) y que son gestionadas de forma ecológica. Al frente se encuentra una pareja joven que apostó por vivir del campo con dos objetivos claros: respeto a la Naturaleza y dignificar la profesión de ganadero y quesero.
2. Federico y Sara son los jóvenes fundadores de Ecovidasolar, una empresa sevillana que pretende contagiar a todos con la idea de mejorar sus vidas. La sostenibilidad, la apuesta por una alimentación “bio” y saludable, gracias a utensilios que nos ayudan a hacer las cosas de otra forma desde casa, son los pilares para Ecovidasolar. Antes de poner a la venta un producto nuevo, lo prueban; si es bueno para ellos, también lo es para su público.
3. La empresa sevillana Biobee que se dedica a la distribución y venta de material de oficina y escolar que destaca por su originalidad. Entre sus productos destacan los Lápices 2B, HB, de colores y especiales para dibujo fabricados a partir de periódicos reciclados.
¡Invítanos a la Feria!
¡Nos os la perdáis, hemos preparado un programa de cerca de 200 actividades …. Nuestro lema este año es: Ven a la feria del Gran Cambio… ¡Dale un Giro a tu Vida!