"Algunos de quienes han sido mis alumnos, los veo trabajar ahora con un nivel de exigencia tremendo"

Santiago Delgado Fernández inicia su formación universitaria en 1988, cuando se implanta la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología. A finales de 1994 se vincula a la Diputación Provincial de Granada, hasta 1996. Es en la actualidad profesor Titular de Universidad.

¿Durante ese tiempo de qué te ocupas en la administración provincial?

Aquellos dos años de trabajo en la Excma. Diputación Provincial de Granada  supuso mi primera experiencia profesional, una vez obtenido el título de licenciado en Ciencias Políticas y Sociología. Desde noviembre de 1994 y hasta 1996 , entre otras tareas, desarrollé el Proyecto de Dinamización de las Comarcas Deprimidas elaborando informes, estudios y propuestas para la potenciación de los recursos locales, y organizando seminarios y actividades relacionadas con la provincia de Granada y su historia social. Durante este tiempo tuve ocasión de editar un libro con el título El futuro del sindicalismo, y organicé unas jornadas de estudio sobre la misma cuestión.

Para ti la Huelga de la Construcción en 1970, tiene un significado especial…

Claro. Fue precisamente una de las últimas cuestiones que me ocuparon en la Diputación de Granada. Conocía lo que había acontecido en Granada el mismo año en el que nací. El homenaje programado por los sindicatos de Granada en 1996 me dio la oportunidad de profundizar, ahora, de la mano de algunos de sus protagonistas así como de varios historiadores y sociólogos que habían trabajado sobre este triste episodio acontecido en los estertores de la dictadura franquista. Entonces, como homenaje a los obreros asesinados, los sindicatos UGT y CCOO, con el apoyado de la institución provincial, se decidió erigir un monolito en la Avenida de Andalucía. Además, se organizaron unas jornadas y se editó el libro al que antes me he referido. De esta publicación nos ocupamos como editores, José Antonio Vélez y yo mismo.

Luego profesor asociado…

Mientras trabajaba en la Diputación realicé los cursos de doctorado del Departamento de Ciencia Política y de la Administración. Había estado vinculado a este Departamento en calidad de becario de colaboración durante los dos últimos años de mis estudios de licenciatura. En esos dos años de trabajo fuera de la Universidad no dejé de investigar. Concretamente, en 1996,  junto con el profesor Ignacio Molina, publiqué  en Alianza Editorial el libro Conceptos fundamentales de Ciencia Política. Obtuve la suficiencia investigadora. En 1999 me incorporé a la Universidad de Granada como profesor asociado. Una baja temporal del profesor Fernández Llebrez me dio la oportunidad de impartir cuatro meses de la docencia de la asignatura de Teoría Política. Eran sólo seis créditos y una remuneración muy modesta que apenas me permitía salir adelante.

Y tu tesis sobre “Francisco Fernández Ordóñez, pensamiento y acción en el universo socialdemócrata”…

No fue fácil poner punto y final a mi tesis doctoral. Fue en 2003, poco antes de que naciera mi hija mayor. Tuve ocasión de profundizar en la biografía política de una personalidad peculiar de la política española, Francisco Fernández Ordóñez. Algunos autores han querido ver en “Paco” un camaleón político. Yo, con toda sinceridad, termine dándome cuenta de la gran coherencia personal que siempre demostró, pese a los cambios de partido y sus múltiples ocupaciones políticas, tanto en la dictadura como en la Democracia. A resultas de este trabajo y con la colaboración de la profesora Pilar Sánchez Millas, en 2007 publiqué una biografía política de Francisco Fernández Ordóñez que, editado por Biblioteca nueva, fue prologada por Felipe González y por Diego Hidalgo.

Fuera de España, has sido profesor invitado en el del Instituto de Estudios Políticos de Burdeos…
Como sabes, la carrera académica, entre otras exigencias, requiere que los investigadores y docentes acumulemos méritos. Entre estos, se presta especial atención a la realización de estancias de investigación en centros de reconocido prestigio. Sí. En Burdeos he sido profesor visitante por invitación en varias ocasiones. También he realizado estancias en otros centros. Fueron especialmente provechosas las realizadas, entre otros, en el Centro de Investigaciones Internacionales (CERI) de París, en ell Institut d´Estudes Politiques de Touluse, en la Universidad de Lodzki-Wydzial Studiów Miedzymarodwych i  Politologicznych, y en la Universidad Nova de Lisboa, Área de Ciencia Política y Relaciones Internacionales.

 

Buen ¿Cómo se llega a profesor universitario?

Te podría decir que con vocación y con tiempo pero, lo cierto es que hace falta algo más. Hay que aprovechar la oportunidad. Creo, con sinceridad, que posiblemente todo hubiese ido más rápido si hubiese tenido algún vínculo familiar. No necesariamente a resultas de la tan comentada endogamia universitaria. En mi casa fui el primero en obtener un título universitario. Mis padres, electricista y ama de casa, respectivamente, siempre me incentivaron el estudio y me animaron a luchar por alcanzar mis aspiraciones. Siempre quise ser lo que hoy soy, aunque nunca vi con claridad poder llegar… Bueno. No ha sido fácil, he tenido que dejar mucho tiempo, esfuerzo y trabajo para lograrlo, pero mereció la pena. Es muy importante contar con una orientación adecuada. Yo la tuve y la sigo teniendo en el profesor Antonio Robles Egea. A él le debo haber perseverado en el intento pese a no ver la luz en algunos momentos. No hay que olvidar, en cualquier caso, que hoy, así me ocurrió a mi, para llegar hay que pasar por distintos estadios profesionales… la llamada carrera profesional. Después de ser asociado, conseguí sucesivas acreditaciones como profesor colaborador y profesor contratado doctor.  A posteriori, después de reunir los méritos requeridos por la ANECA, logré la habilitación nacional como profesor Titular de Universidad. Algo ha cambiado. Las exigencias cada día son mayores. Los más jóvenes, por qué no decirlo, lo tienen aún más difícil. Algunos de quienes han sido mis alumnos, los veo trabajar ahora con un nivel de exigencia tremendo, y sin tener garantía alguna de poder llegar a la meta que se han trabado. Pero la vocación es la vocación.

 

Has de dar algunos consejos prácticos para que nuestros estudiantes decidan…

Hay que elegir lo que permita aunar vocación y oportunidad. Entiéndeme. Sólo seremos capaces de ser pacientes en el logro de nuestros objetivos si estamos plenamente convencidos de lo que queremos ser. Es un error elegir los estudios universitarios en función de las “previsibles” salidas profesionales. El éxito en el logro de las expectativas depende sobre todo del nivel de pasión que ponemos en nuestras ocupaciones. 

¿Por qué siempre en lo público?

No lo pensé nunca. Lo cierto es que valoro mucho a quienes desarrollan su labor profesional en el sector privado. Quién sabe lo que me deparará el futuro…

¿Donde está el empleo, que tú sepas en tu área de conocimiento?

Pese a lo que se pueda pensar, son muchas las salidas profesionales para los graduados en Ciencias Políticas y de la Administración. Pueden trabajar, como funcionarios por oposición o con contratos laborales, en Instituciones Políticas y Administraciones Públicas en el ámbito de la Unión Europea, estatal, autonómico y local. Pueden, igualmente, trabajar en el sector privado para empresas que prestan servicios,bien como autónomos, bien como trabajadores por cuenta ajena, a las Administracionespúblicas. Casi siempre serán empresas relacionadas con el asesoramiento, consultoría y gestión. No quiero olvidar tampoco la posibilidad de trabajo en organizaciones no gubernamentales que operan en el ámbito internacional. No obstante, si alguien quiere saber más sobre el particular, le animo a que consulte la página del Libro blanco de la titulación publicado por la ANECA. http://www.aneca.es/var/media/150260/libroblanco_politicas_def.pdf,

Y el futuro…
Más trabajo… más proyectos de investigación, más publicaciones… mejor docencia… y vivir al margen de la academia, que también es recomendable…