?La mentefactura sí creará empleo; la manufactura, no?

JAVIER VADILLO. CINCO DÍAS. Orkestra, el Instituto Vasco de Competitividad, sigue con mucha atención el nuevo mundo de la cuarta revolución industrial. Dos de sus investigadores, Mikel Navarro, catedrático de Economía de la Universidad de Deusto, y Xabier Sabalza, director de tecnologías industriales en Deusto Tech, han analizado a fondo los modelos que países punteros como Alemania aplican para la integración en las fábricas de las nuevas tecnologías de la información (TIC).

Pregunta. ¿Cómo está orientado el plan de especialización inteligente (RIS 3) del Gobierno vasco?
Mikel Navarro. Se centra en tres apuestas. Una es la de las biotecnologías, un sector que en Euskadi tiene mucha capacidad de conocimiento y un impacto económico todavía por desarrollar. Otra prioridad es la energía, que ya supone el 5% del PIB vasco y con multinacionales con sede aquí. Combina la tradición, como puede ser la actividad de refino, con los nuevos negocios, como la eólica marina. Y la tercera apuesta es la del refuerzo de lo existente, la vía de la fabricación avanzada. Euskadi es conocida a nivel mundial por su industria relacionada con el metal (aeronáutica, automoción, máquina-herramienta, forjas, acerías). En este sector tenemos fortalezas, pero la comparación con los competidores también revela debilidades. El objetivo de la fabricación avanzada es eliminar esos déficits.
Xabier Sabalza. La UE impulsó hace años que cada región europea desarrollara su propio plan de actividad económica y la mayoría eligió los negocios que estaban de moda, en vez de basarse en la realidad de sus economías. La estrategia de especialización inteligente identifica las fortalezas y las apuestas a futuro sobre esta base. El País Vasco ha acertado en esto. Ha partido del metal para llegar a la energía y a las biotecnologías.
P. El escenario de la Fábrica 4.0 está en boca de todos.
M. N. Hay una cierta confusión. Ahora, los países avanzados reivindican la manufactura. Reconocen que las deslocalizaciones han sido un error, porque el valor añadido de la I D i se va a otros países. Estados Unidos y Reino Unido están por la labor de recuperar la industria, mientras que Alemania y Austria, por ejemplo, la han mantenido y relanzado para consolidar su liderazgo. Barack Obama puso en marcha un consejo de asesores científicos que recomendó la integración de las TIC, no solo en la manufactura, sino también en las bio y nanociencias y en los nuevos materiales. En Europa solo se ha dado el primero de esos cuatro pasos, las operaciones se han limitado a utilizar internet en los procesos fabriles.
Serán necesarios procesos de concentración de empresas, con apoyo financiero externo. Alemania ya los está estudiando”, dice Mikel Navarro
P. El País Vasco siempre se ha fijado en el modelo alemán.
M. N. Han resuelto el tema de la nanotecnología y ahora están centrados en la Fábrica 4.0, desde su liderazgo industrial. EE UU, en cambio, invierte en todo para recuperar una industria que perdió, pero son más fuertes que los germanos en el área de las TIC. El País Vasco ha mantenido su sector fabril y se parece más a Alemania, pero desde 1995 el recorte de capacidad ha sido muy importante, aunque la industria sigue aportando más del 20% del PIB.
Hay que complementar los complejos proyectos que desarrollan los laboratorios con el nivel técnico de las empresas, que es más bajo”,  Xabier Sabalza
X. S. El reto 4.0 es un cambio soportado sobre tecnología que ya existe. A partir de ahora hay que pensar qué vendo y cómo, con base en las ventas competitivas de cada empresa. La industria vasca, que es muy buena en la eficiencia operativa, tiene que aprovechar las ventajas de la 4.0, que incorpora sistemas inteligentes a productos y servicios. Cambia el modelo de negocio: en vez de máquinas, igual tengo que vender horas de mecanizado. El internet de las cosas, los sistemas ciberfísicos, dotan de más flexibilidad a la capacidad de fabricación. Los productos se renuevan antes, porque tienen ciclos de vida comercial mucho más cortos y aparece la customización en masa, la producción de bienes en serie pero con economías de escala que permiten suministros a medida del cliente.
P. Estos cambios, ¿suman o restan empleo?
M. N. No habrá más puestos de trabajo en la manufactura, sí en la mentefactura, en temas como la seguridad de los datos en internet o en tareas de prevención de problemas en las fábricas. Dicen que la innovación de producto es mejor para el empleo que la de proceso, pero esta genera a medio plazo muchos puestos indirectos. Un caso puede ser el de los ordenadores. Caen en precio por las mejoras en productividad, aumenta su demanda y el trabajo de los sectores afines. En 4.0 no tiene que haber ni ganadores ni perdedores absolutos.
P. ¿Desaparecerán algunas profesiones?
M. N. Algunas sí. No hay que anclarse en lo que desaparece. Hay avisos, la sociedad se ha anticipado en el uso de las TIC, como en el caso de los smartphones.
X. s. Las empresas utilizan igual o más las TIC que los ciudadanos en general.
P. Esta revolución llega con unos altos índices de paro.
M. N. Y el que no se suma a ella pierde mucho más empleo. Hay que potenciar más el ámbito creativo que el de la reducción de costes. No se están introduciendo las TIC para aportar valor, solo para utilizarlas como herramientas.
X. S. Eso es clave. Lantek [empresa alavesa de diseño y fabricación asistida por computadora CAD/CAM] recibe una propuesta de pedido de una compañía francesa en un tema de corte de chapa. En vez de limitarse a pasar un presupuesto, elabora una página web que incluye las posibilidades de costes y plazos de producción. Sí incorpora las TIC al negocio en una oferta de valor y gana el contrato.
P. ¿Es el momento de invertir para las empresas?
M. N. De modo inteligente. No se puede invertir como antes de la crisis, con un recorrido corto. Además, las cadenas de valor de grupos tractores [impulsores] y proveedores Tier 1 [del máximo nivel] cambiarán mucho. No se sabe qué pasará con las pymes, 4.0 exige capacidad de inversión. Alemania ya está estudiando nuevos modelos de financiación. La banca germana está más comprometida con la industria y EE UU tiene más recursos que vienen del capital riesgo. Por tanto, serán necesarios procesos de concentración, de alianzas entre empresas, y con apoyo financiero externo. Se acabaron los reinos de taifas. Habrá combinaciones entre automoción, aeronáutica y electricidad.
X. S. Hay que hacer apuestas valientes en el tiempo adecuado. Los sensores son un valor añadido, pero igual no ahora por la atonía del mercado. Adelantarte es un problema, retrasarte también. Y también hay que cambiar el modelo organizativo en la orientación al cliente.
P. ¿Puede Euskadi captar más capital extranjero?
M. N. Estamos entre las diez primeras regiones de la UE por número de investigadores, que además cuestan un 30% menos que la media comunitaria. Hay ayudas del Gobierno vasco a I D i, buen tratamiento de las patentes y redes de laboratorios al lado de las fábricas. En vez de esperar a que vengan las multinacionales, hay que salir a buscarlas con mi oferta tecnológica. Singapur lo hizo y pasó de ser un hub industrial a uno de innovación. Cuidado, cuando traes tecnología de una corporación lo pagas. Luego hay retornos. No vendrán grupos a montar fábricas, pero llegarán atraídos por nuestro conocimiento.
X. S. Y por el tejido de proveedores. Hay que complementar los complejos proyectos que desarrollan los laboratorios con el nivel técnico de las empresas, que es mucho más bajo.
M. N. También debemos avanzar en la compra pública innovadora, con referencias como el metro de Bilbao y el Museo Guggenheim, que generan riqueza. El sector público también necesita innovación.
X. S. Un ejemplo de compra pública innovadora fue la carrera espacial.Los rusos tomaron la delantera, pero Estados Unidos les ganó al final con una tecnología que luego ha rentabilizado.

Temas relacionados:
Universidad DeustoFábricasSuperficies industrialesUniversidadPaís VascoEducación superiorSistema educativoEducaciónEmpresasEspañaEconomíaIndustria

www.cincodias.com economía