"Maestro, no es sólo el experto en una materia u oficio, es el que la sabe transmitir y atraer hacia ella, y ahí hay mucho de vocacional"

Luís Castellón Serrano es Presidente de la Asociación Nacional para la Defensa del Patrimonio de los Institutos Históricos. El Museo de Ciencias del Instituto Padre Suárez, al que se ha dedicado hasta su jubilación y en exclusiva; en los últimos cinco años, es resultado de su trabajo sobre el patrimonio científico de este centro.

Te lo puedes topar en cualquier parte. Ceño de científico ilustre y perilla de estar pariendo ideas.

Nació en Málaga en 1947, y se estableció en Granada en 1965, primero por estudios y después porque quiso. Su labor como profesor se inicia en la Facultad de Ciencias como Profesor Ayudante de Cristalografía hasta 1973; ya en 1971 daba clases en el Padre Suárez en el nocturno. Saca la oposiciones de Cátedra de Ciencias Naturales de Institutos en la convocatoria de 1973, plaza en Loja donde está hasta 1981 que por concurso de traslados vuelve al Padre Suárez donde ha estado como catedrático de la asignatura hasta su jubilación en enero del 2015. Un paréntesis político como Concejal del Ayuntamiento de Granada hasta 1991, al reincorporarse al Padre Suárez aborda el estado del patrimonio científico de dicho centro, culminando en el Museo de Ciencias al que se ha dedicado hasta su jubilación y en exclusiva en los últimos cinco años.

Autor de varios libros, numerosos artículos y participaciones en Congresos y Jornadas. Galardón de la Feria del Libro de Granada en 2009, y en la actualidad Presidente de la Asociación Nacional para la Defensa del Patrimonio de los Institutos Históricos, poseedora de la Corbata de la Orden civil de Alfonso X el Sabio.

Fuiste pionero en el municipio con el asunto del medio…

Fui pionero en el asunto del Medio Ambiente, concretamente en la política municipal; prácticamente no había estructurado nada desde un punto de vista formal. Para bien o para mal, las líneas en los años ochenta las diseñé yo.

Cuando conocí “tu museo” me di cuenta de lo que me había perdido…

Bueno, el Museo no es mío, es en primera instancia fruto del logro patrimonial que otros durante años han hecho en el Padre Suárez, por tanto el Museo es de la Administración, otra cosa es que quien lo haya estructurado usando los fondos científicos haya sido yo, y si, se la habían perdido muchos, incluso profesores que ignoraban el valor y la potencialidad de esos fondos. No me refiero sólo al valor crematístico, que lo tiene y mucho, sino al científico y su uso divulgativo desde el punto de partida del Conocimiento, con C mayúscula, lo recreativo es una consecuencia inmediata pero no debe ser el fin. Curioso que con esta filosofía del Museo los visitantes no sólo nunca se aburrían sino que repetían sesiones, y me refiero a visitantes de toda índole social e intelectual, no sólo a estudiantes.

Recrear las ciencias naturales merece algo más que respeto…

Las Ciencias Naturales, y vuelvo al Conocimiento, conforman uno de los pilares de éste. Es significativo que a lo largo de la Historia los grandes hombres le hayan dedicado no poca atención: Arquímedes, Aristóteles, Leonardo… Y que a partir de la Revolución Francesa se entendieran como un eje social, sin contar que suponen las bases para la Evolución darwinista, la investigación médica, la medioambiental, con todas las consecuencias económicas y sociales; repito, el Conocimiento no sólo es bello sino útil.

No deja indiferente tu especial espíritu de “profe de instituto”…

Pues la verdad y sin falsa modestia, coincido con eso. Creo que los miles de alumnos que han pasado por mis manos lo pueden refrendar, y eso que era bastante exigente. Poco amigo de los exámenes ya que era más de preguntar en clase o incluso en el campo, pero el nivel de exigencia lo puse altito. Decían los alumnos que el que no se enteraba de las explicaciones era porque no quería, porque las daba de forma muy asequible sin perder el nivel y a veces con cierta extravagancia para atraer la atención. No era un “profe” al uso, es cierto.

Si un bunker en el sótano del Padre Suárez lo toman las especies ¿Qué no se podrá hacer?

Pues no se han podido hacer cosas fundamentales. Me refiero a que los “altos responsables” de la Administración sean conscientes de que el contenido de ese bunker, el Museo, es de propiedad pública, que tiene un enorme valor a preservar y el deber de facilitar su difusión social y científica. Que no ha sido el fruto de un capricho de coleccionista, que ha sido el de contradecir aquél titular de prensa que en una ocasión rezaba como “Tesoros ocultos bajo el polvo de tiza”. Ni ocultos ni con ningún polvo. No se ha podido atraer la atención y el respeto por parte de algunos responsables. Curiosamente si ha sido objeto de elogios por parte de personalidades del mundo de la Ciencia, nacionales e internacionales, lo de aquí es llorar.

¿Por qué los universitarios deben ser maestros?

Sería entrar en unas disquisiciones casi etimológicas. Si seguimos a Luis Vives, universitario sería “hombre de mundo”, y como tal llevaría incluida la generosidad de compartir el Conocimiento. En la práctica eso es utópico salvo excepciones. Maestro, fuera de una titulación, no es sólo el experto en una materia u oficio, es el que la sabe transmitir y además atraer hacia ella, y ahí hay mucho de vocacional. Creo que lo deseable sería que el universitario no fuera egoísta en su formación y la compartiera generosamente; lo malo es que en la práctica en muchas ocasiones no la comparte ni con otros universitarios. Mal maestro.

¿Dónde te hubiera gustado caer de pié?

Pues la verdad, aunque en ocasiones no me ha gustado caer en determinados sitios, tampoco echo de menos alguno en particular.

Eres un jubilado que seguro que no para…

Si que es verdad, no paro. Desde el 2007 que se inició la Asociación Nacional de Institutos Históricos, siendo su objetivo la defensa del patrimonio, y que el resto de componentes de España tuvieron a bien elegirme como Presidente, no paro. La Asociación está muy activa, los contactos son diarios tanto con otros Institutos como de documentación, técnicos, contactos con otras entidades, reivindicaciones demasiado frecuentes, la revista de la Asociación, las Jornadas anuales, impartir conferencias en otros puntos… entretenido, en efecto. 

El mejor consejo que te haya dado un estudiante…

No caigo; la verdad es que no recuerdo que me hayan dado ningún consejo. Si muy buenos momentos; charlas y conversaciones hemos mantenido de toda índole, dentro y fuera del aula (echo de menos muy mucho las excursiones y las prácticas de campo), pero de ahí a que me hayan dado un consejo…, bueno si, que no anduviera tan rápido por el campo y además fumando.

Un trabajo que no se haya inventado…

Churrero sideral; pero todo se andará.

¿Para quién es el futuro?

Para el que crea en si mismo, sin más. Si se tiene buena opinión de uno mismo, se sabe lo mejor que posee y lo que puede usar para el progreso personal. Virtudes como la generosidad y perspectivas de actuaciones vienen derivadas de lo anterior. Sería un buen camino para conformar el futuro.