Mas de 30 años de servicios de empleo en la UGR. Hoy con Enrique Cerdá Gila

En mayo de 1984, con la llegada al Rectorado de José Vida Soria, se creó un área de carácter innovador en la UGR, en la que intentamos poner las bases de servicios universitarios dirigidos al alumnado, organizados en esa etapa inicial en torno al Secretariado de Acción Estudiantil, al COIE y al Centro para las Iniciativas de Empleo.

La Universidad de Granada potencia sus servicios de promoción e inserción laboral a través de la Web: Empleo 2.0.

 

Entrevista a Enrique Cerdá

 

Vamos a llamar a la puerta de los que lejos de pensar que los servicios públicos hay que recortarlos, los impulsaron.

 

Quienes fueron los pioneros de la orientación laboral en la UGR. Quienes pensaron que merecía la pena hablar de buscar las oportunidades profesionales para los estudiantes.

 

Sin duda hay un antes y un después y Enrique Cerdá tiene mucho que ver en esto.

 

P. ¿Por dónde empezó todo?

 

R. En mayo de 1984, con la llegada al Rectorado de José Vida Soria, se creó un área de carácter innovador en la UGR, en la que intentamos poner las bases de servicios universitarios dirigidos al alumnado, organizados en esa etapa inicial en torno al Secretariado de Acción Estudiantil, al COIE y al Centro para las Iniciativas de Empleo.

 

P. Se que estás en esto desde el principio: Los años ochenta ¿Se ha producido la adaptación de la Universidad a su medio? ¿Cuéntanos  la  historia de los servicios de empleo en la UGR?

 

R. Nos preocupaba especialmente atender demandas sociales externas a la Universidad, y, con objeto de concretarlas, se llevó a cabo un Estudio de Prospectiva de Empleo Universitario, cuyos resultados fueron reveladores de un profundo desencuentro: La UGR era un gigante con muy alto potencial de oferta pero situado en una especie de páramo empresarial de muy baja demanda de servicios universitarios. Todavía eran los años 80 y desde entonces hemos avanzado grandes distancias respecto de la adaptación al entorno que como servicio público de educación superior hemos de prestar. Aún tenemos recorrido pendiente de consecución, especialmente respecto a comunicar capacidades, evaluación de resultados y objetivos de calidad y de mejora de la gestión.

 

   Los Servicios de Empleo en la UGR han llegado a constituir un modelo de gestión para otras universidades públicas y privadas, pero hay que institucionalizarlos con eficacia y eficiencia, de modo que formen parte de la oferta permanente de servicios para el alumnado y para los empleadores. La universidad que no cuide la inserción profesional de sus titulados será penalizada sin duda alguna. Y no solo en términos de financiación, sino respecto a consideración de potencialidades de demanda hacia ella.

 

P. Alguien con tanta experiencia en la materia ¿nos puede dar luz sobre la creación de empleo en el contexto de la macro crisis económica?

 

R. En relación al empleo de titulados universitarios, la clave está en conocer la demanda real que sus conocimientos tienen en el entorno nacional e internacional. El nuevo empleo se generará en sectores emergentes, de base fundamentalmente tecnológica, pero muy competitivos, por lo que habrá que profundizar en una sólida formación posgrado.

 

Por otra parte, la terciarización del mercado de trabajo, que inunda y penetra a los demás sectores productivos, junto a la máxima flexibilidad que se demanda, producen como resultado el subempleo que penaliza muchas expectativas.

 

P. En los últimos diez años el papel de Europa en la puesta en marcha de programas de prácticas se ha multiplicado.

 

R. Sin duda alguna, pero tenemos un hándicap duro de roer: el dominio de idiomas. Nuestros titulados tienen que considerar su inserción profesional en cualquier parte del mundo.

 

P. Ahora ¿a qué te dedicas en la UGR?

 

R. A gestionar financiación externa que permita mejorar nuestros programas de posgrado que deben perseguir la excelencia. A pesar de la que está cayendo, creo que hay que promover e impulsar la participación de empresas y entidades públicas y privadas en la cofinanciación de la formación especializada de posgrado. Tenemos mucho camino pendiente de recorrer en este ámbito.

 

P. ¿Hacía donde deben ir las universidades en esta materia?

 

R. Al desarrollo de acciones concertadas que permitan unir esfuerzos para adecuar la formación superior a las necesidades del entorno productivo, pero para lograrlo habrá que evitar inercias internas y reservas externas.

 

P. ¿Prácticas, primera experiencia laboral o las  dos cosas?

 

R. Hay que facilitar el tránsito hacia la primera inserción profesional, acercando al empleador las capacidades de nuestros titulados, pero con control y el establecimiento de los límites adecuados. Se encuentra próxima una regulación europea en esta materia. El reciclaje permanente ha dejado de ser conveniente para pasar a ser imprescindible, por lo que los vasos han de ser igualmente comunicantes

 

P. ¿Qué más recuerdas de aquel claustro constituyente?

 

R La ilusión con la que recibíamos la LRU del 83 y las expectativas de cambio a realizar en la Universidad. Pensábamos que podíamos cambiar el paso de aquel paquidermo con cierta facilidad. Después aterrizamos en la realidad de la LOU y más recientemente con la LOMLU.

 

P. ¿Y la sociedad granadina, cual es la relación con el tejido productivo?

 

R. El desencuentro que comentábamos al principio está dejando paso a un contacto de colaboración sincera. Tenemos que profundizar en transparentar a nuestra Universidad y comunicar mejor a nuestro entorno las potencialidades de servicio que podemos ofertar.

 

P. En prensa aparece, que todo el mundo le debe dinero a la UGR. ¿Es la  Universidad  tan motor económico con se dice?

 

R. La Universidad es un agente económico que se suma a los demás. Lo que ocurre es que cuando el entorno está tan deprimido como el nuestro, se identifica como de mayor proyección. Y cuando analizamos su potencial y su aportación a la economía de la zona destaca de forma muy considerable. Continúa siendo el gigante en el páramo, en cierto sentido. Aunque lamentable sentido.

 

Danos una frase para el futuro.

 

R. Hacia la excelencia académica, con un eficaz sistema de rendición de cuentas.