Mas de 30 años de servicios de empleo en la UGR. Hoy con Fran Valero .Técnico Superior en Investigación, Orientación e Inserción Laboral y Doctor en Psicología
«…La apuesta de las universidades para la potenciación y desarrollo de sus servicios de empleo ha de ser clara y contundente, aportando los recursos que permitan unos estándares de calidad …» Autor del estudio de posibilidades de Empleo para las personas con titulación universitaria.
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Fran Valero es Técnico Superior en Investigación, Orientación e Inserción Laboral en el Centro de Promoción de Empleo y Prácticas. Doctor en Psicología por la Universidad de Granada. Autor del estudio que intenta descubrir las posibilidades de Empleo para las personas con titulación universitaria.
– ¿Cómo surge el estudio? Cuéntanos la historia y algunos precedentes.
La idea tiene su origen en algunas de las conclusiones de mi tesis doctoral, en la que abordábamos los procesos de transición al mercado de trabajo entre los titulados universitarios, y donde evidenciamos una importante carencia de trabajos que abordasen el tema de la inserción laboral desde el punto de vista de los empleadores. Así, durante la pasada década, nos esforzamos por llevar a cabo trabajos que se acercaban a esta realidad. Fruto de ello son los diferentes estudios e informes, tanto de inserción como de prácticas que hemos publicado, aunque siempre desde la perspectiva del alumno o del egresado universitario. Así pues, y aprovechando nuestra posición de privilegio durante más de 30 años del CPEP con entidades y empresas, nos decidimos a emprender este trabajo, pionero en el ámbito de la UGR.
– Tienes una amplia experiencia en la orientación laboral…
Efectivamente, mi experiencia con los temas de orientación se remonta al final de la década de los 90 del siglo pasado, que a la vez e ido completando con un perfil más investigador y como freelance en el contexto de los recursos humanos y la selección de personal. Todo este bagaje, según mi criterio, me he permitido configurarme una identidad profesional muy específica que aporta a su trabajo una triple visión sobre el fenómeno de la inserción laboral y la transición al mercado de trabajo; desde el prisma del universitario demandante de empleo; desde el del empleador y, finalmente, desde el investigador sensibilizado con todas estas cuestiones.
– ¿Qué está suponiendo el trabajo del Centro de Promoción de Empleo y Prácticas?
A mi entender, el trabajo del CPEP, se convierte en una actividad necesaria dentro del conjunto de la UGR, ya que la mejora de la empleabilidad de sus estudiantes es un objetivo prioritario para las universidades, tal y como recoge el RD 1993/2007. De hecho, las numerosas actividades desarrolladas tanto en nuestras dependencias como las realizadas en los centros de formación universitarios obtienen una valoración muy alta entre quienes las reciben (tanto profesorado como alumnado).
– Son necesarios estos análisis porque…
Estos análisis son necesarios por varios motivos. Por un lado porque nos permiten contar con información actualizada que les va a servir de referencia a nuestros universitarios inmersos en la búsqueda de empleo, y de otro porque los gestores de las políticas universitarias podrán contar igualmente con herramientas que les ayuden en el diseño de estrategias educativas que aminoren el desajuste con el mercado laboral. Además, porque momentos como el actual, lo sociedad demanda a la universidad información fiable y certera sobre estos temas.
– ¿Dónde están ahora los yacimientos de empleo?
Aunque la tendencia general es la de un paulatino empeoramiento de las condiciones laborales para todos los trabajadores, y a todos los niveles (retributivos, en duración, en derechos adquiridos y un largo etcétera), los datos de encuestas nacionales como la EPA hablan de una menor tasa de paro entre el colectivo de universitarios, especialmente entre los doctores. Además, se observan oportunidades laborales para los universitarios en sectores como el de las nuevas tecnologías o en el de ciencias de la Salud, a tenor de los resultados observados, aunque muchas de estas oportunidades estén ubicadas fuera de nuestras fronteras, lo que supone una importante descapitalización del conocimiento a nivel interno.
– ¿Vale más la disposición, el talante o la simpatía que la formación o la titulación, tal y como se ha escrito?
No es del todo cierto. Lo que sucede en la práctica es que, en igualdad de condiciones, es decir, ante dos candidatos con un perfil similar (igual o parecida formación y/o experiencia) para ocupar un puesto de trabajo determinado, el empleador se decantará más fácilmente por aquel que demuestre o haya demostrado tener una serie de habilidades que lo hacen más atractivo, y en definitiva, más competitivo para la empresa que su competidor. Es en este contexto donde cobran importancia las competencias transversales, uno de los núcleos más importantes del trabajo presentado, como elementos clave en la selección de personal. Así, las empresas valoran sobre todo la motivación por el trabajo, la responsabilidad y la capacidad de trabajo en equipo de los aspirantes, competencias que nuestros universitarios, dicho sea de paso, demuestran poseer. Todo esto dentro de un mercado de trabajo tan competitivo como el actual, en el que se multiplican los demandantes de empleo y se reduce el número de ofertas.
– ¿Cómo repercuten las prácticas en empresas y estudiantes?
Las empresas vienen valorando muy positivamente los programas de prácticas, con una altísima participación, cercana al 90%, tal y como nos manifiestan en el trabajo, con independencia del sector de actividad de la misma y de su tamaño. Además, les permite contar con una magnífica cantera de selección y formación lo que las convierte en la primera fuente de selección aplicada a universitarios, según nos muestra el mismo estudio. Por eso son tan atractivas para las empresas, en términos generales. Para los estudiantes, y hablamos siempre en los mismos términos, las prácticas les permiten adquirir una serie de competencias que les facilitan la incorporación al mercado laboral. La valoración por su parte también es muy alta. Además, nuestros trabajos sobre las mismas encontraban, durante el periodo pre-crisis, unas tasas de inserción en torno al 25% en el momento inmediatamente posterior a la realización de esas prácticas. Obviamente, estos últimos resultados no se reproducirían actualmente, pero dan una pista de la importancia que los empleadores otorgan a las prácticas.
– ¿Prácticas y/o contratos de prácticas y para quién?
Debemos de ser coherentes y nuestra misión pasa por mejorar las oportunidades de inserción laboral de nuestros universitarios, por lo que debemos intentar que estas se produzcan dentro de un escenario de contratación. La que sea, y a ser posible la más favorable para los titulados. Por eso, en principio, la primera alternativa a contemplar debiera ser la del contrato, de la mayor duración y en las mejores condiciones para los trabajadores, por todo lo que implica (base de cotización, derechos a determinadas prestaciones en caso de extinción, etc…). De otro lado, la realización de las prácticas como actividad formativa constituye una herramienta muy interesante para acceder con mayores garantías al trabajo para los estudiantes universitarios.
– Has tenido mucha demanda de información del estudio, por empresas e instituciones…
La verdad es que sí. En un primer momento nos sorprendió la repercusión que el informe tuvo en los diferentes medios de comunicación, sobre todo en el ámbito local. Después, a raíz del trabajo, las colaboraciones con diferentes instituciones que han solicitado nuestra presencia en diferentes foros y congresos, así como en actividades formativas con universitarios, se han ido sucediendo, como el Congreso Internacional Retos Sociales y Jurídicos para los Menores y Jóvenes del Siglo XXI o el X Foro internacional sobre la Evaluación de la calidad de la investigación y de la Educación Superior.
– Y el futuro de los profesionales del empleo…
La apuesta de las universidades para la potenciación y desarrollo de sus servicios de empleo ha de ser clara y contundente, aportando los recursos que permitan unos estándares de calidad y eficacia para el colectivo de alumnos y egresados, tal y como contempla el EEES y como sucede en las universidades más avanzadas del mundo, algunos de ellos integrados en los departamentos de marketing, donde se utiliza la empleabilidad como argumento para la captación de nuevos alumnos. En este sentido, la colaboración inter-institucional ha de ser fluida y continua, eso está claro, pero estableciendo claramente donde se encuentra el ámbito de actuación de cada una de ellas.