"...si mueren las empresas, no hay administración pública que pueda sustituir los puestos de trabajo perdidos, ni siquiera a costa de ayudas o subsidios. "

Telesfora Ruiz es en la actualidad Tte. Alcalde del Ayto de Granada. Quizá pocos sepan que su profesión está muy ligada a la promoción en el mundo del trabajo. Funcionaria del INEM durante muchos años. Es una de las mayores especialistas en las políticas activas de empleo.

Telesfora Ruiz es en la actualidad Tte. Alcalde del Ayto de Granada. Quizá pocos sepan que su profesión está muy ligada a la promoción en el mundo del trabajo. Funcionaria del INEM durante muchos años. Es una de las mayores especialistas en las políticas activas de empleo. Al frente del IMFE del municipio, también fue Gerente del Patronato Municipal de Deportes.

 

¿Merece la pena la gestión pública?

 

Absolutamente. La gestión pública garantiza el acceso de las personas a los bienes y servicios que son de todos, en condiciones de igualdad, y por esta razón primordial resulta necesaria. No es fácil la administración de recursos escasos cuando la demanda es muy alta, pero es la obligación que tienen los gestores públicos y debemos hacerlo con la mayor eficiencia posible. Desde mi perspectiva, a pesar de los quebraderos de cabeza que implica esta misión, resulta una labor apasionante cuando el empeño consigue logros, por pequeños que sean. Si los sumamos, concluimos que es posible transformar las cosas en el futuro 

 

Has trabajado por su eficacia y eficiencia…

 

La cooperación. En cualquier materia, el esfuerzo y los recursos que se empleen para conseguir algo multiplican sus resultados, si se cuenta con el apoyo y la colaboración de otros. En el escenario del empleo resultaron muy interesantes los proyectos europeos. Nos enseñaron a compartir recursos y a integrar distintas perspectivas, algo que no estaba al uso en España, hace unos años. Pude comprobar cómo una acción formativa, por decir un ejemplo, en la que participaban diversas entidades, públicas y privadas,  daba unos frutos que hubieran sido impensables de haberla llevado a cabo en solitario: mayores infraestructuras puestas a disposición, mayor alcance para llegar a todo tipo de personas, que estaban necesitando esos conocimientos, amplitud y variedad de conceptos, innovación, acuerdos con empresas para la inserción real del alumnado en el trabajo…

 

¿Qué es lo más útil para la creación de empleo?

 

Desde el punto de vista de las personas, potenciar el desarrollo de sus competencias profesionales y de sus capacidades. Hay algunas que no encuentran empleo porque no están preparadas, otras porque caen fácilmente en el desánimo, muchas porque no creen en su potencial o ni siquiera lo conocen…

 

Desde la perspectiva económica, sin duda, promover el crecimiento de las empresas y el emprendimiento. Las iniciativas empresariales son el semillero de empleos; si mueren las empresas, no hay administración pública que pueda sustituir los puestos de trabajo perdidos, ni siquiera a costa de ayudas o subsidios. Menos hoy día. El desarrollo  económico necesita de un tejido empresarial fuerte: a más empresas, más empleos, más salarios y, con ellos, más capacidad económica para consumir bienes y servicios, que generan necesidad de nuevas empresas… 

 

¿Seguirías animado a las personas con estudios universitarios a preparar oposiciones?

 

Por supuesto. Mientras exista la gestión pública, será necesario disponer de empleados públicos. Lo que se debe tener en cuenta es que ya no saldrán masivas ofertas de empleo público, como ocurría en el pasado, ni se pueden dedicar varios años a preparar las oposiciones sin prisas, porque si no era a la primera, se esperaba a las siguientes convocatorias para sacar la plaza. Quienes tengan vocación de servicio público deben fijar su objetivo específico de antemano, calibrando las posibilidades, e ir a por todas desde el principio. Ser funcionario no es ahora una opción general más, de todas las posibles. Se ofertan pocas plazas y es preciso tomárselo muy en serio para ganar una. Sin embargo, a quienes se decidan, les diría que piensen: ¿Por qué no seré capaz? Voy a estudiar duro y me haré con ella.

 

¿Dónde están hoy las oportunidades?

 

Como siempre, en cualquier parte, aunque haya menos. Lo que ocurre en épocas de crisis, y hemos vivido varias, es que se reducen las posibilidades y aumenta la competencia. Surge la necesidad de ser mejores. Si quiero montar una empresa, tendré que aprovisionarme de mayor arrojo; si vislumbro un trabajo por cuenta ajena, será necesario demostrar que soy el candidato ideal y estar dispuesto a trabajar bien para mantener el empleo; si quiero opositar, necesito mayor tesón…

 

A lo mejor tú ves la salida del túnel…

 

Como todo el mundo, pienso que cada día está más cerca. Lo importante, mientras avanzamos, es tener fe en la capacidad de renovarnos y aprovechar los momentos difíciles para sacar conclusiones que nos ayuden en el futuro. Tenemos mucha tarea por hacer y posibilidades de enmendar los errores del pasado, cada cual lo que le corresponda. Es cierto que los grandes decisores, políticos y económicos, juegan un papel fundamental, pero también las personas, dirigiendo nuestras energías a construir un modelo mejor.

 

¿Con qué te quedas de tu trabajo durante años en el INEM?

 

Con muchas cosas. Tuve la suerte de vivir etapas muy interesantes, en las que todos teníamos ilusiones por avanzar, por encontrar nuevas soluciones a los problemas del desempleo, técnicas enfocadas a las personas. Participé en los albores de la orientación profesional, de la promoción del autoempleo, de las iniciativas locales de desarrollo y de la creación de asociaciones de  fomento del empleo. Nos acompañaba el impulso institucional y las instrucciones claras del procedimiento, premisas indispensables para llevar a la práctica de forma seria tantas ideas innovadoras.

 

Y de tu experiencia municipal…

 

El reto apasionante que supone la gestión de lo inmediato. La administración municipal, más que ninguna, vive la realidad concreta de sus ciudadanos, sus problemas, demandas y exigencias. Tiene que buscar soluciones en tiempo presente. No puede permitirse aplazar las cuestiones que se le plantean. Esto exige una gran dedicación y mucho compromiso, porque las respuestas que se den tienen efectos automáticos y pueden devolver nuevos problemas. Cualquiera que haya trabajado en una Administración más global, en mi caso la del Estado, y luego en un Ayuntamiento, apreciará la enorme diferencia. Lo más gratificante ocurre cuando encuentras la solución a un problema, porque lo aprecias también  de inmediato.

 

 

Algún apunte para el futuro…

 

Debemos ser capaces de planificar mejor lo que hacemos, pensando en sus consecuencias. Tenemos que esforzarnos más, como personas y como colectividad, y tener confianza en las posibilidades de construir  el futuro, juntos, de modo que no implique más sacrificios innecesarios. Trabajar para recoger una buena cosecha.

 

Piensa en la ciudad como organismo vivo…

 

La ciudad está viva, porque la forman personas: crece de continuo, se transforma, atraviesa diferentes etapas y busca cosas nuevas. Si algo le duele, grita; si goza de buena salud, sonríe. Hay que alimentar su cuerpo, su estructura, para que sea fuerte, y favorecer que desarrolle su espíritu con amplitud de miras, para que afronte los retos venideros y sobreviva a cualquier circunstancia. Por encima de todo, hay que quererla.