Enamórate como si el miedo hubiese muerto de amor. Porque lo hará
Victoria Ash es poesía y comedia. Esta Redactora /copy, pasó por la UGR. Poemólogos es su última creación. Destacamos también: Besos de nadie, Detrás de la piel o La culpa es de las musas. Una gran activista multimedia con muchos recursos y para la que los versos son instinto de supervivencia.
Si “la poesía es instinto de supervivencia”, ahora tiene trabajo…
¡Sin duda! Y sin embargo… ¡me estoy agarrando más al humor! Es mi otra tabla de salvación. Siempre digo que la vida es mitad poesía mitad comedia, de ahí el drama… Y, desde luego, la poesía ayuda porque no solo es un medio de expresión, sino de reflexión. Sirve como diálogo con uno mismo, un encuentro para acercarnos a nuestros sentimientos, pero también para alejarnos y tomar perspectiva con respecto a ellos.
Pero, a pesar de eso, creo que últimamente la supervivencia, en mi caso, pasa más por la comedia. Ante tanta cantidad de emociones que desata esta situación que vivimos, me siento mejor liberando tensión e intensidad con risas. Ahora mismo prefiero reír y generar contenido cómico.
Tu trayectoria profesional pasó por la empresa y también el ERTE…
¡Y por la crisis del 2008! No me falta un detalle ja,ja. Justo ese año terminé la carrera, así que decidí hacer un máster de creatividad y después irme a Ámsterdam a estudiar inglés. Recomiendo ambas experiencias a los que se las estén planteando para este período en el que se reactivará poco a poco el mercado.
Actualmente, trabajo como copywriter (redactora creativa, para los de toda la vida) en una agencia de eventos. Es de los primeros sectores que paró su actividad y tardará en retomar, pero es muy bonito (y sacrificado).
Dicen que estás del lado de los jóvenes sin futuro, de los inmigrantes…
Me gustaría que el mundo fuese un poco más justo. Y está claro que no puedo cambiarlo, pero sí intentar mejorarlo con aquello que esté en mi mano.
En 1994 Laurie Garrett publicó un libro aviso, The Coming Plague. Su conclusión era: «Mientras el género humano se pelea entre sí, la partida cae del lado de los microbios. Son nuestros depredadores. ¿Qué te sugiere?
Películas de ciencia ficción y, sin embargo… ¡lo estamos viviendo! Supongo que nos hemos centrado tanto en nosotros mismos y en las cosas que creíamos necesitar y que queríamos, que hemos descuidado las cosas que de verdad importan. Quizá la naturaleza y la vida en sí nos estén dando una lección. Yo solo espero que no nos olvidemos de los actos de humanidad y solidaridad que estamos viendo cada día. Eso es con lo que nos tenemos que quedar.
En confinamiento se puede o se debe crear…
El confinamiento es… un fastidio, no nos vamos a engañar: lo que no podemos hacer siempre será aquello que más vamos a desear. Pero lo que sí está en nuestras manos es cómo decidimos afrontarlo, nuestra actitud.
¿Cómo lo estás viviendo? ¿Hay un horizonte?
¡Bastante bien! Como decía antes, sin dejar de lado la poesía, me he acercado más a mi parte cómica y estoy subiendo vídeos en Instagram con este tono. Hago deporte todos los días gracias a YouTube, sigo clases online de bachata y salsa, estoy haciendo cursos para continuar formándome telemáticamente, leo, veo series, pelis, hago videollamadas y no falto a mi cita de los aplausos… ¡de todo un poco!
Por supuesto, como todos, hay días más bajos y echo de menos a muchas personas… ¡Ah!, y mataría por un corte de pelo y una 1925 en un bar (la tierra tira hasta en cerveza).
¿Es Victoria Ash la rompedora de la poesía y Cristina Morales la de la narrativa? Entre granaínas anda el juego…
De momento, ya hay varios premios de narrativa que se quedan en «casa» gracias a Cristina, ¡cuánto me alegro! Por mi parte, si algo he podido romper con los cánones es más en el género que en la poesía en sí misma. He creado «Poemólogos», un concepto que consiste en mezclar poesía y comedia.
Siempre he estado ligada al humor. De hecho, siendo adolescente, me seleccionó El Club de la Comedia para su V Certamen de Monólogos, pero finalmente no llegó a celebrarse y aparté esta idea de mi cabeza.
Sin embargo, cuando empecé a recitar en público, volvió a surgir porque es algo inherente en mí. Antes de recitar un poema, introducía la cara B del tema del que trataba en clave de humor de manera espontánea. Me di cuenta de que esa fórmula conseguía acercar a la poesía a personas que no tenían predisposición a escuchar de primeras y que reflejaba fielmente mi forma de ser. Así que decidí trasladarlo a mi libro «Poemólogos».
Detrás de la piel anda en obras, ¿qué sorpresas nos depara?
¡Espero que muchas! Todavía estoy en proceso pero mi intención es pasar de blog a web con información de mi trayectoria, libros, espectáculos, portfolio, venta de merchandising, etc. En realidad, hasta oficio bodas creando un guion que contiene momentos poéticos y humorísticos y, para este tipo de cosas, la web es el mejor punto de información.
¿Por qué afirmas que una poeta positiva es rara?
Porque habitualmente se nos tacha de nostálgicos, intensos, dramáticos, melancólicos… ¡Y tampoco lo desmentimos! Es más fácil escribir desde el desamor y el dolor que desde la felicidad por la sencilla razón de que… la felicidad siempre nos pilla ocupados viviéndola y disfrutándola.
El dolor, por el contrario, te proporciona mucho tiempo a solas y te suplica que hagas algo por sacártelo del pecho… Así que es más frecuente escribir sobre lo que nos hiere. Pero, aún así, soy muy positiva. Incluso escribiendo sobre algo negativo no me ciega tanto el sentimiento como para no creer que pasará y que puedo cambiar mi realidad. Creo que aunque el tema que elija sea duro, suelen saber a esperanza e ilusión mis textos.
De uno de tus libros comentan, la imposibilidad de describirlo: «Este libro hay que leerlo»…
Es un reto. Porque leer poesía o prosa poética, lo es. No todo el mundo se atreve a enfrentarse a sí mismo, a que algo le pueda remover, a conocerse… Yo escribo sobre las cosas que están «detrás de la piel».
El Coloquio de las Perras de Luna Miguel, abre una ventana a las «malditas», ¿a quién añadirías a ese compendio?
Malditas por olvidadas y por luchadoras en la sombra, destaco a las Sinsombrero. Este grupo de pensadoras y artistas de la generación del 27 no han tenido el lugar que merecían en la historia, el mismo que el de sus coetáneos, solo porque eran mujeres… Fueron las grandes olvidadas.
Y si finalizas con unos versos para miles de estudiantes…
Os dejo cuatro versos que reflexionan sobre el amor, la vida y uno mismo.
«Enamórate como si el miedo hubiese muerto de amor. Porque lo hará».
«No quiero estar por encima ni por debajo de nadie: los abrazos se dan entre iguales».
«Lo que hace la vida interesante es la posibilidad constante que existe de enamorarse en cada paso».
«Sé auténtico. Es la única forma de sentir, de emocionar y de ser feliz. Lo demás es traicionar(se)».