Falta de información, directrices y unificación, carga excesiva de trabajos y prácticas, ni los mismos profesores lo tienen claro

Historias de Cuarentena VIII. Muchas preguntas, ninguna respuesta. Hola, mi nombre es Alfonso Fernández García alumno y subdelegado de 3º del grado en Derecho y ADE. Vemos insuficientes las medidas para afrontar la exigencia ordinaria de todo el curso . Soy un chico que se levantaba todos (o casi) todos los días y asistía a sus clases ordinarias de la universidad junto al restode compañeros, realizaba sus tareas y estudiaba de manera sistematizada las asignaturas en función de las clases.

Además, tenía una rutina en las que realizaba diversas actividades sociales y de ocio: salir con los amigos, ver a los familiares, jugar con mi equipo de futbol, participar en el torneo Rector de la facultad e ir al gimnasio… 

Todo esto antes de que nos golpeara la realidad que a día de hoy vivimos con el Covid-19, donde no existe una rutina con contenido ni con un orden determinado, sobre todo en las cabezas de cada uno donde no es fácil afrontar la situación para nadie Ésta es francamente peor de lo que expresa la universidad, puesto que hay factores sumatorios a la incertidumbre académica creada, como la falta de afecto de nuestros familiares que quedan lejos, algunos fallecidos que no se han podido velar, momentos y actividades que echas de menos, la rutina que te mantenía con una estabilidad emocional y sobre todo la libertad que no valorábamos antes… 

Ahora, con tanto tiempo libre, hay una responsabilidad de bastante peso que sí que nos mantiene en vilo la mente: cómo afrontar las asignaturas con los pocos recursos que recibimos, la gran variedad de alternativas según el curso en el que esté cada uno y la injusticia de que no todos seamos tratados en igualdad de condiciones, la falta de recursos en muchos casos (tanto de material como de docencia) y sobre todo el no saber la manera en la que nos van a evaluar, ni  el cuándo. Ésto nos lleva a la exposición a una incertidumbre diaria que sufrimos por la situación de crisis sanitaria extrema que vivimos.

Las grandes incógnitas de nuestro día a día, académicamente hablando serían: ¿Qué métodos de evaluación vamos a tener?, ¿Exámenes virtuales/orales? O bien, ¿Trabajos? ¿El famoso aprobado general? A pesar de que la docencia se lleve a cabo de mejor o peor manera es innegable que no es equiparable a la anterior.

La UGR está tardando mucho en dar soluciones que engloben todos los distintos factores que atañen a los estudiantes tanto de autóctonos como de fuera, como pueden ser las condiciones personales de cada alumno (si posee wifi, un ordenador con cámara y micrófono…) o técnicas y recursos de aprendizaje online para las asignaturas prácticas sobre todo. A nivel general, vivimos en una dinámica completamente desfavorable, llena de apatía y desidia por el estudio, ya que vemos insuficientes las medidas para afrontar la exigencia ordinaria de todo el curso.

Además, ante la falta de información y de directrices sobre el profesorado y sobretodo la falta de unificación de éste, está habiendo algunos casos de carga excesiva de trabajos y prácticas que ni si quiera sabemos si valdrán de algo al final, porque ni los mismos profesores lo tienen claro. 

En conclusión, podríamos decir que hay muchas preguntas, ninguna respuesta, pocas medidas y muy ambiguas y sobretodo hay poca esperanza de que realmente nos vayan a tener en cuenta los factores condicionantes citados anteriormente, los cuales obviamente no nos permiten afrontar los finales con un estudio normal de la materia. A menos de un mes de empezar los finales donde nos jugamos todo, aún estamos a la espera de reuniones y confirmaciones, una vez más todo son procesos burocráticos que nada están favoreciendo a la calma, puesto que al ser tan ambiguos muestran su propia indecisión e inseguridad frente a la situación vivida que a ninguno nos ha pasado desapercibida y que no es fácil de dirigir, puesto que es nuevo para todos.

Sin embargo, lamentándolo mucho, a nivel general la preocupación es máxima y la esperanza de que nos ayuden de verdad, poca. Nadie espera el famoso aprobado general tan injusto del que se habla, para nada, pero sí que algunas asignaturas configuren las actividades mejor y que haya un sistema de evaluación favorecedor a la hora de superar las asignaturas. 

No sabemos cuándo habrá normalidad, yo ahora me encuentro encerrado en casa con muchas incógnitas sin resolver, conviviendo con mi hermana y mi cuñado, los cuales se encuentran en la misma situación que yo e intentamos solventar estos nervios con actividades lúdicas como pueden ser jugar a la play, ver películas y series o reinventarnos para fabricar un gimnasio en casa. Lo que sí sabemos es que vendrán tiempos difíciles en todos los aspectos y que tenemos un futuro incierto, hay que vivir el presente, aguantar y progresar poco a poco a unas mejores condiciones en todos los ámbitos tanto académicos como políticos, económicos y sociales. Sin mayor extensión, espero que todos salgamos adelante de la mejor manera posible y nos acompañen la salud, por encima de todo, pero también algo muy importante como son los valores de solidaridad, empatía y unión para caminar hacia un futuro mejor y que juntos podamos salir de esta situación, sino bien, sí reforzados.