La gestión del modelo de salud y alto rendimiento que pude llevar a cabo en el Real Madrid, con los jugadores del primer equipo, es lo que destacaría más...
Historias de Cuarentena XIII. Jesús Olmo Navas cursó estudios de Medicina Física y Rehabilitación (1994). Ha estado al frente de los servicios médicos de la Federación Española de Rugby y del Real Madrid CF. Pero ya era un especialista en lesiones deportivas y rendimiento. Su carrera profesional había pasado por tareas de dirección clínica tanto en Fraternidad-Muprespa como en el Hospital Quirón de Madrid. Master en Alto Rendimiento Deportivo del Comité Olímpico por la UAM y doctor por la UCM. Actualmente, el Dr. Jesús Olmo es cofundador y director del Football Science Institute FSI, y Jefe de la clínica Doctor Olmo Clinic, trabajando en Rehabilitación y Prevención de Lesiones Deportivas y Deportes de Alto Rendimiento, con jugadores de fútbol y otros atletas en Granada.
Ahora en Granada después de un largo viaje…
Han sido 23 años en Madrid desarrollando mi carrera profesional, pero siempre había querido volver, porque la calidad de vida y la cercanía de mi familia y amigos de toda la vida son muy importantes para mí, de modo que en cuanto salí del Real Madrid, decidí establecerme en mi tierra, y desde luego no podría estar más contento.
Remontémonos un poco. ¿Qué otras cosas hacías cuando estabas estudiando? (aficiones, deporte, asociaciones, teatro,…) Me dicen que en tu época de la universidad eras un crack en voley y en rugby (y te quedaba tiempo para las asignaturas).
Siempre he pensado que una persona debe desarrollarse al máximo en cuantos aspectos pueda. Cuando llegué a estudiar a Granada tuve la suerte de residir en el Colegio Mayor Ysabel la Católica, que me proporcionó unas grandísimas posibilidades de desarrollo personal y social, no solo por medio de la práctica de varios deportes, sino de la cantidad de actividades de todo tipo que realizábamos, a la vez que desarrollábamos – como podíamos – nuestras carreras universitarias. Tras ello, he seguido ligado a la vida universitaria en los colegios mayores Fray Luis de Granada y Ximénez de Cisneros en Madrid. El contacto con el mundo académico, junto con la práctica del rugby y la relación con mis compañeros de equipo, han sido y siguen siendo fundamentales en mi vida.
Alguien tan inquieto. ¿Cómo pasa la situación ahora? Háblanos de tu trabajo, si te preparas para la incorporación a la normalidad y danos algún truco o recomendación para ir pasando el tiempo.
La verdad es que trabajo casi más horas incluso que antes del confinamiento. Llevamos adelante una plataforma digital internacional de formación en ciencia del fútbol, el FSI, donde estamos experimentando un crecimiento importante, con cursos, conferencias y webinars online. En cuanto a mi consulta, estoy atendiendo a mis pacientes telemáticamente, y ya me estoy preparando para volver a abrirla en cuanto las condiciones lo permitan, además de mantener la telemedicina. Creo que lo más importante en este periodo es mantener un horario de trabajo y de actividades donde siempre quepa un tiempo dedicado el ejercicio y otro a la atención a la familia, y disfrutar cada día de los aspectos positivos de este extraordinaria situación, que los hay.
¿En dónde crees te has desenvuelto mejor, en lo académico, la gestión sanitaria o la deportiva?
Siempre he intentado mantener un perfil balanceado entre ciencia, práctica y gestión, pero si me guío por los resultados, creo que la gestión del modelo de salud y alto rendimiento que pude llevar a cabo en el Real Madrid con los jugadores del primer equipo es lo que destacaría más. Cuando llegué al equipo en 2013, el Real Madrid llevaba 10 años sin ganar una Champions, y estaba relegado a un papel secundario en el fútbol español y mundial. Obviamente me di cuenta de que teníamos una plantilla de jugadores fantástica, pero viniendo de un deporte más desarrollado en el aspecto físico como el rugby, me quedé sorprendido del bajo nivel de rendimiento físico de los jugadores, los problemas de lesiones crónicas, y en general la baja optimización de los métodos de optimización fisiológica como la recuperación, control de carga, nutrición, etc. Pensé que había mucho margen de mejora, y que si lográbamos incrementar aunque fuese en parte el rendimiento individual de los jugadores, el equipo probablemente volvería a ganar. Al no existir un departamento especializado en Rendimiento, asumí de motu propio esas competencias uniéndolas con las del servicio médico, y con la ayuda de Bernardo Requena, uno de los mejores preparadores físicos del mundo y granadino como yo, llevamos a cabo un plan radical de modificación de las estructuras, métodos y personal relacionados con la preparación física individual, la prevención de lesiones, la optimización fisiológica y la recuperación de lesiones de los jugadores, que ahí quedó y del que me siento muy satisfecho.
El fútbol y el rugby, dos disciplinas de impacto, choque de trenes desde el vestuario, el entrenamiento y el campo de juego…
El rugby es un deporte con mucho mayores demandas físicas, tácticas y psicológicas que el fútbol: cualquiera puede jugar un partido de fútbol con una mínima preparación, pero pocos pueden jugar uno de rugby sin una preparación previa. Sin embargo, el nivel técnico de un jugador de fútbol de alto nivel es impresionante, y su capacidad de adaptarse a ambientes de mucha presión también. Diría que ambos deportes pueden aprender del otro. Por ejemplo, el fútbol de los métodos de preparación física, del respeto y deportividad del rugby; y el rugby, de la capacidad de gestión socioeconómica del fútbol.
No pudiste escapar al conflicto en el club «Blanco». ¿Cómo calificarías tu experiencia?
Cuando transformas radicalmente la forma en que tradicionalmente se trabaja en un área clave de una institución tan tradicional y tan importante como el Real Madrid, y adquieres un peso importante en el funcionamiento del equipo, es inevitable tener conflictos con quienes no tienen confianza en los cambios tan radicales que tienes que introducir, o que prefieren que el área de salud y rendimiento deportivo tenga un papel más marginal, al modo tradicional. Estos conflictos se amplifican en un club tan mediático y con tantos intereses individuales, pero mi experiencia general fue muy satisfactoria, fueron 4 temporadas de muchísimo éxito, y lo más importante es que tuve la fortuna de comprobar qué métodos funcionaron en los jugadores de un equipo que dominó el fútbol mundial. Este conocimiento, el saber de primera mano qué es lo que hay que hacer con los jugadores y qué no, para que un equipo de fútbol profesional gane, es de mucho valor para mí en mis actividades profesionales actuales.
3 Copas de la Liga de Campeones, 1 Liga, 1 Copa del Rey y 2 Copas del Club Mundial. ¿Algo tendrías que ver?
Lo que aprendí de todos estos títulos, es que los jugadores son quienes los ganan. Es decir, lo más importante en el fútbol es tener buenos jugadores y que estos estén al máximo nivel de sus posibilidades de rendimiento personal. Yo me quedo con que en mi última temporada, la 2017, la que ha sido considerada como la mejor de la historia del Real Madrid CF, no solo ganamos Champions y Liga y casi todos los títulos, sino sobre todo que toda la plantilla, titulares y suplentes, rindieron a nivel altísimo. Fue la temporada de la famosa “unidad B” de jugadores teóricamente suplentes que consiguieron resultados similares a los titulares. No sé si tendríamos algo que ver, pero al final de esa temporada, mi equipo de 12 personas estaba trabajando 3 y 4 horas diarias con los jugadores, habíamos terminado con prácticamente todas las lesiones crónicas, y teníamos a toda la plantilla disponible y en excelente condición física. A partir de ahí, y como he dicho, son los jugadores los que ganan los títulos.
¿Cómo ves el futuro inmediato cuando salgamos de la situación de confinamiento? Situación económica que nos vayamos a encontrar, esfuerzos extra previsibles imagina el día a día en lo social y lo profesional.
Creo que la situación económica va a ser muy difícil, sobre todo en esta país y concretamente en nuestra zona sur, ya que nuestra economía depende mucho de actividades de servicios a personas, como el turismo y la hostelería, pero por otro lado veo la oportunidad de impulsar otras actividades de alto valor como la ciencia, la medicina y la tecnología, además de nuestra agricultura. También veo una oportunidad de re-dirigir nuestros intereses hacia valores personales menos superficiales de los que nos inculca la sociedad moderna y para mí mucho más importantes, como la ayuda a los demás, la consideración hacia los profesionales preparados, el cuidado del medioambiente, y la dedicación a la familia y los amigos.
Doctor, para finalizar: ¿qué va a pasar con el virus?
Para contestar esa pregunta, no tenemos más datos que los que nos da la historia de la humanidad. Pienso que, al igual que hemos superado otras plagas y otras guerras, muchas de ellas terribles, superaremos ésta. Pero sin duda tendremos que modificar nuestra forma de vida, porque este virus u otras enfermedades siempre estarán ahí, tendremos que convivir con ellas porque no somos invulnerables, y tendremos que integrar los comportamientos necesarios para que nos afecten lo menos posible, como hemos hecho con el SIDA o el cáncer, por poner dos ejemplos. Al final, el ser humano siempre ha tenido que convivir con calamidades y, hasta ahora por lo menos, ha salido adelante. Lo importante es que esto nos haga mejores, no peores, y que nadie aproveche los tiempos difíciles para controlar y coartar la libertad a los ciudadanos en su beneficio, como tristemente también la historia nos enseña.