Barómetro para mejorar la vinculación entre formación y empleo

Las competencias genéricas más demandadas por los empleadores, en opinión de los titulados universitarios en España, son la “capacidad para asumir responsabilidades”, el “compromiso ético” El y la “capacidad para la resolución de problemas”, la “capacidad de organización y planificación”, la “capacidad para gestionar la presión” y las “habilidades interpersonales”.El Barómetro de Empleabilidad y Empleo Universitarios es el principal producto ofrecido por el OEEU. Consiste en una encuesta diseñada para hacer el seguimiento de la empleabilidad y el empleo de los titulados universitarios en España, para proveer a responsables universitarios y políticos, empleadores y familias, la información necesaria para mejorar la vinculación entre formación y empleo.

El informe dedica una parte importante de su contenido al análisis de 34 competencias genéricas, definidas por un grupo interuniversitario de trabajo y basadas en buenas prácticas nacionales e internacionales.
La valoración de estas competencias se realizó desde tres perspectivas distintas: el nivel que el egresado considera que posee, el nivel que le aporta la universidad, y el nivel requerido en el actual puesto de trabajo.
En general, sobre las competencias genéricas de empleabilidad, los egresados señalan poseer un nivel mayor que el que les proporciona la universidad y el que les exige el puesto de trabajo.
El análisis recoge las diferencias entre estos niveles, en los que podría considerarse los puntos fuertes y débiles de la formación universitaria en la adquisición de competencias. A nivel agregado, las competencias que la universidad ofrece en mayor medida son también las competencias donde su aportación relativa respecto al nivel total
que poseen los titulados es mayor. Esto podría ser indicativo de que una alta contribución de la universidad reduce la necesidad de que el egresado obtenga las competencias por otra vía, mientras que en los casos en los que esta contribución es menor, los titulados han de incrementar dicho nivel fuera de la universidad.
Al contrastar los tres niveles de valoración, el primer resultado evidente es que en todos los casos el nivel de competencias que poseen los titulados es superior al nivel que requieren en sus empleos. Ello apunta a la posibilidad de que la estructura económica no esté aprovechando al máximo el capital humano disponible. Esto no significa que esta situación no pueda convivir con otros fenómenos de sobrecualificación o infracualificación.
Las competencias genéricas más demandadas por los empleadores, en opinión de los titulados universitarios en España, son la “capacidad para asumir responsabilidades”, el “compromiso ético”
El y la “capacidad para la resolución de problemas”, la “capacidad de organización y planificación”, la “capacidad para gestionar la presión” y las “habilidades interpersonales”. En el extremo contrario, las competencias menos demandadas por los empleadores son la “comunicación escrita en lengua extranjera”, los “conocimientos y habilidades en programas y aplicaciones de edición multimedia” y los “conocimientos relativos a redes sociales y comunidades por internet”.
La universidad aporta prácticamente la totalidad del nivel que se requiere en el empleo en competencias tales como “la capacidad para trabajar en equipo”, “el dominio de las competencias específicas de la titulación”, “las habilidades de navegación y búsqueda por internet”, “la comunicación escrita” y “la sensibilidad hacia temas medioambientales y sociales”. En cambio, hay un desajuste mayor entre los requisitos del mercado de trabajo y la formación universitaria en las competencias relacionadas con los idiomas, en la “capacidad para gestionar la presión” y en la
“capacidad para tomar decisiones”. En términos de la adecuación entre la formación y el empleo, del Barómetro se extraen diferentes informaciones que producen el mismo tipo de conclusiones.
A nivel horizontal el 77,37% de los egresados considera que su último empleo estaba bastante o muy relacionado con sus estudios.
El mayor ajuste se da en  Ciencias de la Salud, tanto en el primer empleo como en el último.  Le siguen los titulados de Ciencias y de Ingeniería y Arquitectura. Los titulados de Artes y Humanidades son los que en mayor medida trabajan en temas ajenos a su formación universitaria, seguidos por los titulados de Ciencias Sociales y Jurídicas.
Sobre el ajuste vertical, el que se refiere al ajuste entre el nivel de conocimientos y habilidades adquiridos durante los estudios y el que se requiere en el empleo, la opinión de los egresados puede resumirse en seis mensajes principales:

Nivel que poseen los titulados actualmente
Aportación de la universidad
Nivel requerido en el empleo
Cognoscitivas y metodológicas
Interpersonales
Idiomas
Tecnólogicas
Sistémicas
Comunicación
Valoración media de las competencias genéricas desde tres perspectivas

Las competencias y los métodos para la búsqueda de empleo son elementos importantes que influyen en la empleabilidad de los egresados universitarios. Estos aspectos se estudian por primera vez para el conjunto del sistema universitario.
De acuerdo con las respuestas de los titulados, la universidad les ha aportado poco en la adquisición de competencias relacionadas con la búsqueda de empleo, como pueden ser: “la capacidad para elaborar un plan de búsqueda de trabajo”, “la
capacidad para complementar un currículum vitae” o “las habilidades para enfrentarse a una entrevista de trabajo”. Se valoraron ocho competencias de este tipo, y la mayor aportación de la universidad se atribuye al “autoconocimiento de debilidades y fortalezas” de cara a un proceso de búsqueda de empleo.

https://oeeu.org/