"Reinventarnos profesionalmente es prácticamente una necesidad si queremos desenvolvernos en este entorno VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo) "

Ana Isabel Marfil Cea. Psicóloga, coach y formadora. Tuvo su experiencia en la UGR,  primero como Técnica de la Agencia de Colocación y después como Técnica del Programa de Experiencias Profesionales para el Empleo (EPES). En el «Foro» ha impartirdo un taller dónde se trabajan las herramientas del Coaching aplicadas a la búsqueda de empleo.

¿A quién esclaviza un liderazgo emocional en entornos laborales?

¿Esclavizar? ¡Todo lo contrario! El liderazgo emocional es la habilidad para tomar las riendas de nuestra vida desarrollando la Inteligencia Emocional. Al hacerlo, aumentamos nuestra capacidad para ser conscientes de lo que sentimos y cómo lo sentimos; otorgándonos así la libertad para elegir qué hacer con ello, en relación con nosotros y con los demás. Es entonces cuando nos convertimos en nuestros propios líderes. Brindamos una respuesta a las circunstancias que no es fruto de una reacción o un impulso, sino de una elección honesta, congruente y responsable. Trasladar este concepto de liderazgo al plano laboral se hace imprescindible dados los cambios a los que nos estamos enfrentando actualmente y los que vendrán. Por lo tanto, de una parte necesitamos personas que sepan gestionar el conocimiento, la incertidumbre y los conflictos, resolver problemas, tomar decisiones y adaptarse a entornos dinámicos utilizando adecuadamente el componente emocional. Personas comprometidas con su profesión que sean capaces de colaborar y trabajar en equipo (presencial y en red) enfocando su trabajo hacia la excelencia, así como, de manejar la frustración y el fracaso extrayendo el aprendizaje oportuno para mejorar, innovar y aportar valor. Así, ejercerán este nuevo liderazgo personal desde su propio puesto.
Por otra parte, refiriéndonos ahora al liderazgo formal, es necesario que —ante este nuevo paradigma— contemos con líderes que favorezcan la creación de entornos emocionalmente saludables dónde cada colaborador (interno y/o externo)  quiera dar lo mejor de sí mismo, y esos entornos los construyen las personas y las relaciones que se establecen entre ellas. Para esto, necesitamos líderes preparados. Líderes que vean a las personas como un fin en sí mismas; con unas potencialidades, talentos y recursos creativos que pueden evolucionar generando valor, siempre y cuando, cuenten con el apoyo necesario por parte de la organización para expresarlos. Actualmente, y a pesar que ya hay resultados sobre la incidencia de este tipo de liderazgo en el aumento de la productividad, creo que a la cultura empresarial predominante aún le falta camino por andar en este sentido.
Es cierto que transformarnos en personas con estas características requiere guía y perseverancia. Sin embargo, el esfuerzo merece la pena porque no sólo nos proporcionará mayor bienestar (físico, psicológico y social), sino que nuestro comportamiento podrá servir para inspirar a que más gente se sume al cambio y que esto consiga, finalmente, impactar en la Sociedad.

¿Cómo se desarrollan las competencias para la inserción laboral?

Como toda competencia o habilidad: entrenándolas. Y cuanto antes mejor. Por esta razón creo fundamental que empiecen a trabajarse de forma transversal durante toda la carrera. La Universidad tiene un papel clave en este asunto, tanto a través de su profesorado como de la puesta en marcha de iniciativas complementarias en las que otros profesionales participemos aportando nuestra perspectiva; con el objetivo de proporcionar una visión lo más global posible a nuestros estudiantes, así como, conocimientos, habilidades y herramientas para prepararles como profesionales ante los desafíos, no sólo para que superen el desempleo. Si el entorno laboral no es el mismo que hace 20 años, y aún cambiará más, ¿por qué encaminarles hacia la inserción de la misma forma? ¿Estamos educando a nuestros estudiantes de forma integral y equilibrada para desarrollar un buen nivel de empleabilidad?

Aprender cómo mejorar ¿Hay un motor sostenible?

¡Por supuesto! La mentalidad de aprendiz, la curiosidad y la humildad. Son tres elementos básicos para aventurarnos a salir de la zona de confort y poder innovar. Desarrollar nuestra Inteligencia Emocional nos ayudará —como a los deportistas de élite— a mantener la atención en nuestro objetivo, plantearnos nuevos retos y proporcionarnos la ilusión necesaria para persistir a pesar de las dificultades, incluso, para superarlas cuando nos “tumben”.
Cuando percibamos inmovilidad, creo que es el momento en que debemos empezar a (pre) ocuparnos.

Tu experiencia en los foros de empleo…

Muy gratificante. Este podría ser un ejemplo —organizado a través del Centro de Promoción de Empleo y Prácticas— de las iniciativas apoyadas por la Universidad de Granada que mencioné antes. Concretamente, en la edición celebrada en 2016 tuve la oportunidad de impartir un taller dónde trabajamos herramientas del Coaching aplicadas a la búsqueda de empleo. Considero que tuvo una buena acogida entre los estudiantes de último curso y egresados que asistieron al mismo y, cómo siempre que se comparte conocimiento en público, el aprendizaje fue mutuo.
A tenor de lo comentado, recomendaría trabajar la Educación Emocional y promover el desarrollo personal y profesional, tanto por parte de los alumnos como de profesores, así como cualquier otra persona de la comunidad universitaria, o de la población en general que esté interesada en sacar el mejor resultado de todo el potencial que posee, y que es mucho.

Una brújula en el desierto es realmente útil…

Personalmente, considero que contar con una brújula (sobre todo ambientes desconocidos en los que no tenemos experiencias previas) es precisamente útil para encontrar referencias, descubrir nuevas posibilidades y dirigir nuestros pasos hacia el objetivo que realmente queremos “sin perder el norte”. Cuando además nos encontramos en medio de algún “desierto” personal o profesional, necesitamos de instrumentos y de profesionales que nos inviten a detenernos, a reflexionar y a encontrar “oasis” de soluciones que no podemos ver en medio de la “tormenta de arena”. Por ese motivo, se me ocurrió titular mi blog «Una brújula en el desierto». La idea era abrir un espacio virtual dónde compartir pensamientos en forma de breves historias o post sobre asuntos que a todos nos interesan de una forma u otra;  porque todos los vivimos, los experimentaremos en nuestra piel o en gente cercana a nosotros. Si ese momento silencioso de reflexión es de utilidad para aquellos que dedican una parte de su valioso tiempo a leerlo, el objetivo está conseguido.

¿Qué es lo que pierdes cuando te reinventas?

¿¡Perder!? Nada. Bueno… tal vez el miedo al cambio. El trabajo para toda la vida ha dejado de existir tal como lo conocíamos, por lo que reinventarnos profesionalmente es prácticamente una necesidad si queremos desenvolvernos en este entorno VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo) en el que estamos inmersos. Bajo mi punto de vista, no se trata de perder, sino de sumar para seguir construyendo conocimientos con nuevos aprendizajes que multipliquen nuestras opciones. Tanto en el propio puesto si trabajas por cuenta ajena —como si buscas empleo, eres un emprendedor o un profesional independiente— necesitas prestar atención a las tendencias y actualizarte constantemente si quieres ser competitivo y generar valor. En esta línea, la reinvención se hace imprescindible incluso en el ámbito público.

Y tú paso por los servicios de empleo de la UGR…

Sin duda, fue una etapa muy importante en mi vida a todos los niveles. Mi experiencia primero como Técnica de la Agencia de Colocación y después como Técnica del Programa de Experiencias Profesionales para el Empleo (EPES), me permitió conocer de primera mano tanto a empresas como a futuros profesionales pertenecientes a prácticamente todas las ramas del conocimiento y, por supuesto, al papel que desempeña la Universidad de Granada en todo este entramado de la inserción laboral. La última etapa, en la que además compatibilicé mis funciones técnicas con las de responsable de Comunicación Interna, me aportó perspectiva y valiosas enseñanzas que he podido aplicar a otros ámbitos profesionales.
De otro lado, debo señalar que he compartido mesa, despacho, proyectos, debates y sueños con estupendos profesionales en el Centro de Promoción de Empleo y Prácticas. Unos continúan allí y otros se marcharon. Francamente, con todos ellos aprendí mucho, personal y profesionalmente. Y, por supuesto, siempre es un placer volver a colaborar.

Un perfil por el que apostarías…

Si me lo  permites, voy a centrarme en las soft skills. Apostaría por una persona que conozca y reivindique su vocación, es decir, que haya descubierto en qué es buena y qué le apasiona; que identifique y sepa apoyarse en sus fortalezas para mejorar continuamente sus debilidades; que su mente esté abierta a cooperar valorando las aportaciones de otros; que sea capaz de detectar oportunidades frente a las amenazas y que se plantee los problemas como retos. En definitiva, una persona enfocada a la excelencia en su desempeño dentro de una sociedad global colaborativa y con un claro propósito de servir a los demás. Considero fundamental lograr un equilibrio óptimo entre conocimiento técnico y actitud.

Tus planes de futuro…

Continuar desarrollando mi carrera profesional en las áreas de Inteligencia Emocional y Coaching, tanto en el ámbito personal y organizacional como estableciendo alianzas con universidades y escuelas de negocios.
Tal como comentaba al principio, la Sociedad y el mercado laboral requieren de profesionales con alto nivel de empleabilidad y aprendibilidad; capaces de liderarse y de liderar equipos con un propósito orientado al bien común, con una filosofía win-win. Este nuevo escenario requiere que fomentemos una experiencia educativa integral: técnica, emocional,  continua y compartida; la cual, generará un gran poder transformador si logramos imbricarla en los procesos formativos y a lo largo de las etapas de la vida. Participar en el cambio de paradigma aportando mi granito de arena es para mí un inspirador plan de futuro.
@Anamarfil
anamarfilcoach@gmail.com