Una breve mirada atrás, para invitar a la reflexión sobre lo acontecido, porque la vida sigue estando fuera
Al hilo del cuestionario que están elaborando las universidades que componen el Grupo de Coimbra. Unas palabras sobre la experiencia que hemos vivido, durante estos últimos meses, en el Centro de Promoción de Empleo y Prácticas de la Universidad de Granada.
Situation
La verdad es que la Universidad de Granada reaccionó pronto, ante la crisis provocada por la pandemia. De un día para otro, nos vimos en un Estado de Alarma, una excepcionalidad constitucional que viene ratificando el Congreso.
Eso llevo al trabajo desde casa y hay un historial importante de normativas dictadas por la UGR.
Se sucedían los comunicados de la Rectora y en nuestro caso, se perfilaba uno de los temas que más nos afecta, por el volumen de estudiantes, como es el de las prácticas.
Highlight
Todo tiene sus luces y sus sombras, pero hubo un eficaz despliegue del Centro de Promoción de Empleo y Prácticas a este respecto. El teletrabajo se impuso y, aunque la atención había dejado de ser presencial, se cumplieron los objetivos relacionados con la orientación, intermediación y el fomento del empleo, manteniendo la mayoría de los programas.
Una nueva conciencia de forma espontánea, empujaba a colaborar con los sectores estratégicos, especialmente el sanitario. Cuando a cualquier hora hacía fata cubrir plazas, por ejemplo en residencias u hospitales…
Challenges
Tuvimos un importante desafío en estos meses que, por otra parte, se convirtió en un verdadero punto fuerte. Se trata del desarrollo de las distintas área a través de la nueva plataforma en red: empleo / UGR
Múltiples reuniones de trabajo por videoconferencia, la comunicación interna no solo se mantuvo, sino que alimentaba el esfuerzo cooperativo. También es destacable una importante actividad planificadora.
Students
Tratamos de destacar sus vivencias bajo el lema: «Historias de Cuarentena»
Encontramos también, a quien había pasado por la UGR y ahora desempeñaba labores, en la lucha contra la COVID-19. Había un acercamiento personal que ahora no podía ser físico. Pero al final volvieron las prácticas.
La adaptación digital se impone en todos los terrenos. Los talleres, cursos y jornadas virtuales. Los MOOC específicos con miles de participantes. Recuerdo las sesiones de UNIVERGEM, en esa acción tan directamente relacionada con la empleabilidad de las mujeres.
Se multiplicaron las ediciones del boletín electrónico que lleva al correo personal, ofertas de empleo, prácticas e información de interés para nuestros usuarios y usuarias.
En fin, este ha sido y sigue siendo un periodo intenso y nos ha cambiado. Aquí solo se trata de una breve mirada atrás, para invitar a la reflexión sobre lo acontecido, porque la vida sigue estando fuera.
El mundo de la empresa se ha resentido y los ERTES se han ido sucediendo. El sector público ha tratado de paliar sus déficits en educación o sanidad. Muchos procesos selectivos fueron suspendidos.
Esperemos que los fondos europeos ayuden la revitalización del sistema productivo y que los programas que se desenvuelvan cumplan con la sostenibilidad ambiental y la inclusión social.
Tenemos que esforzarnos para que está generación de jóvenes, no sea una generación perdida y a ello podemos contribuir y mucho, desde los servicios de empleo de las universidades.
JGL